Con información de La Jornada de Oriente
Con la presencia de Mario Marín Torres, Alberto Jiménez Merino fue ungido por la dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) como candidato a la gubernatura de Puebla para la elección extraordinaria.
La líder nacional priista, Claudia Ruiz Massieu Salinas, fue la encargada de levantarle la mano a Jiménez Merino en el evento donde estuvieron presentes militantes de todos los cuadros del Revolucionario Institucional.
El evento se llevó a cabo este viernes por la mañana en el municipio de San Andrés Cholula y durante el uso de la palabra, Ruiz Massieu resaltó la importancia de realizar una campaña que permita escuchar lo que la gente necesita.
“Tenemos que hacer una campaña de mucha cercanía para podernos comprometer con las y los poblanos para que sepan que el PRI tendrá siempre en su mente y en su acción lo que representan los valores y las causas de las familias de este estado (…). Tenemos que hacer una campaña de mucho entusiasmo y con mucha creatividad”, destacó la también ex diputada federal.
Pero, sobre todo, destacó que es necesario que la campaña rumbo a la elección del 2 de junio se lleve a cabo con una gran unidad.
La líder nacional afirmó que el PRI sabe transformarse y renovarse en los momentos más difíciles, pero para lo anterior acotó que es necesario volver a la raíces y principios.
De este modo, le expresó su respaldo a Alberto Jiménez Merino a quien señaló de representar las causas del Revolucionario Institucional y de la gente.
“Nos reunimos aquí para refrendar nuestra lealtad y compromiso con la gente, con nuestros principios, valores y con el futuro que queremos para nuestros hijos”, puntualizó.
Por su parte, Merino dijo que es necesario cambiar el rumbo, escribir una nueva historia y recuperar la grandeza del estado de Puebla.
Criticó las obras fastuosas y el derroche de recursos que hicieron otras administraciones estatales y que dieron paso al endeudamiento de la entidad.
“Con los gobiernos del PAN tuvimos un gran olvido al campo, al medio ambiente y a las necesidades del pueblo porque nunca fueron sus prioridades”, añadió.
Mario Marín fue gobernador de Puebla de 2005 al 2011 periodo en el que enfrentó el llamado #LydiaGate, luego de que se mandara a encarcelar a la periodista Lydia Cacho, situación que le acarreó una investigación por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y que se convirtiera en uno de los políticos con más descrédito en el país al cargar con el mote de “El Gober Precioso”. Durante la administración de su sucesor Rafael Moreno Valle, el ex mandatario priista vivió una especie de ostracismo en el cual no podía hacer apariciones públicas ni participar en la política.
Ahora que ha muerto Moreno Valle y que la candidatura del PRI ha recaído en Jiménez Merino, un político cercano al marinismo, pareciera que ha llegado el momento para que el ex gobernador retorne a la vida activa de la política partidista. Aunque al mismo tiempo se ha revivido el caso #LydiaGate, pues el gobierno federal acató una recomendación de la Organización de las Naciones Unidas en la que se reconoce que el Estado Mexicano violó los Derechos Humanos de la periodista y se investigue y se sancione a los responsable de los hechos.
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