Por Alfredo Araico
Un caso realmente atípico es el del ayuntamiento actual, que teniendo todo a la mano, para haberse convertido en uno de los más brillantes, se convirtió, más pronto que tarde en un opaco gobierno.
De ahí que no es posible que a Rafael Núñez no le haya cabido en la cabeza, que él tenía que echar adelante el mecanismo del fideicomiso, y que, si lo hubiera hecho, ya tendría depositado por lo menos 150 millones para los compradores de los terrenos del tianguis.
Pero el acendrado interés económico que ha demostrado, más la actitud rapaz con la que se conduce, por ejemplo, el departamento de tránsito, ha demostrado que el interés del alcalde no es el bienestar de la ciudadanía.
Que extraño, tengo tiempo de no verlo, pero él, era otra persona. Lo considero un amigo y lo respeto, porque si tengo lazos de amistad con su familia, Con Mili, con Arturo, vaya, hay una generación que nos une.
Eran otros tiempos, hoy parece que todos es tamos separados por el cáncer del egoísmo, del importamadrismo, que aleja y vulnera cualquier nexo social.
Escribir no es fácil, pero los que nacimos para esto, sabemos que lo es, en la medida en que uno no se pone a pensar lo que va a escribir, a ver si es del agrado del Presidente de la República, del Gobernador o del alcalde.
El valor de la palabra reside precisamente en eso, en decir lo que incomoda, lo que coloca a los demás en su verdadero lugar.
Y esa es la casilla del endeudamiento que ocupa San Martín, segundo municipio del estado más endeudado, tercer lugar en municipios endeudados en todo el país.
Que tristeza, y después se preguntan qué porque deje de escribir, pues por la mediocridad que invade a San Martín desde hace 11 años, que nos ha colocado en el lugar número 13 en importancia dentro de los municipios de Puebla y antes, éramos el número 2.
Que pasó, que extraña maldición, arrojaste sobre nosotros, oh, espíritu de Tezcatlipoca ángel de la destrucción ¿
¿Qué terribles augurios de la noche desataste sobre nuestra mísera existencia?
Nadie lo sabe, más que el oráculo en el que consulta el Sr. Gobernador.
Mientras tanto, sin necesidad de escribir lo que todos escriben, por eso Dios me doto de esta extraña singularidad, les puedo decir que engañan al alcalde, le dicen que le autorizan endeudarse, pero no le van a dar ni un quinto.
Y lo peor del caso, es que con su actitud y la del gobierno estatal, nos están condenando a cero obras públicas en un período de doce años, es decir, 4 administraciones venideras.
Por eso, la pregunta ahora, es no quién quiere la presidencia, sino quién en su sano juicio, mejor no la buscará nunca.
En ese caso, yo optaría, teniendo dinero en emprender un viaje no a la administración municipal, sino a las entrañas del mismo planeta, para morir en el intento de arrancarle el secreto, de porque nos está matando poco a poco, o usted que opina, señor alcalde, saludos.
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