Calaveritas. Gregorio Méndez Nava. (Cuetzalan, 1944-2022)
Colaboran: Mary Puc, Gabriela Molina Herrera, Armando Calixto, Leonel Quiroga, Gabriel Hernández Espinosa y Yana Luci Lema Otavalo.
Láak’tsilil
Láak’tsilile’ ma’ tu búukintik in tuus,
láak’tsilile’ ma’ tu tséentik in wok’ol,
láak’tsilile’ ma’ tu xíimbatik in chi’ichnakil,
láak’tsilile’ ma’ tu páaytik in sajakil.
Áantajbail u kuuch láak’tsilil tin beel,
alab óolalil u náay láak’tsilil tin wenel,
yajbilaj u tsikbal láak’tsilil tin t’aan,
siibal u k’ab láak’tsilil tin meyaj.
Láak’tsilile’ bíin suunak u multunil in ch’i’ibal,
bíin suunak u cháakil in ch’i’ibal,
bíin suunak u k’áaxil in ch’i’ibal,
bíin suunak u yiik’al in ch’i’ibal.
HERMANDAD
La hermandad no se viste de falacia,
no alimenta mi vagido,
no transita mi congoja,
no seduce mi sospecha.
La hermandad ampara mi camino,
es la esperanza de mi sueño,
es la afable voz de mi palabra,
es el regalo de un brazo diligente.
La hermandad será montaña sagrada,
será lluvia de voces originarias,
será selva virgen de mi territorio,
será espiritualidad de mi identidad.
Gabriel Molina Herrera
Nosotras
No tenemos licencia para amar
nuestro permiso
caducó
con el último beso tocado por el sol.
Besamos
rincones sólidos,
magullando la nostalgia,
acurrucándola en regazos
sin nombre.
Somos cuerpos furtivos de la noche
sombras,
nieblas,
sudoraciones,
estremecimientos pueriles,
vacuidades.
Somos prófugas de la decencia.
Nos bebemos solas
sorbo a sorbo
nuestra propia desolación.
Nos inventamos
de vez en cuando
ilusiones.

Amor en Rojo. Acrílico sobre tela.
Armando Calixto
LA MELANCÓLICA TARDE
Leonel Quiroga Cázares
Cabizbajo frente a mi escritorio escucho ya el ruido de la llovizna que se ha prolongado por varias horas ya.
El viento empieza a apresurar su marcha, lo veo por la ventana que menea ya las hojas de los cipreses de la casa vecina. Mi mente revisa los últimos acontecimientos de mi vida, es como recorrer una cinta de una película de antaño, claro veo cómo sale de los círculos de latón y se colocan como en los viejos cines y poco a poco se van desarrollando los aconteceres.
A medida que pasan los minutos veo como en nuestros ocho meses de noviazgo se han dividido los sentimientos. Primero todos de un color rosa pálido convirtiéndose al paso del tiempo en un esplendoroso arco iris. Nuestra relación semejaba a los grandes romances y lo sellamos en aquel legendario y longevo árbol de encino colocando nuestros nombres apoyados en una gran navaja que marcó la fecha de visita a este enorme bosque del cual fuimos asiduos visitantes. No importaba si había temperaturas altas, bajas o el clima brumoso y de gran lluvia. Era realmente sorprendente admirar tu voluptuoso cuerpo cómo al correr por el césped con tus pies descalzos se pronunciaba mucho más. Cómo la lluvia que mojaba tu rizado pelo que lo proyectaba en todo su esplendor y la apariencia humedad permanecía por muchas horas.
La tarde no podía ser mejor: la temporada del atisbamiento de las luciérnagas. Te posicionaste justo al frente de un frondoso árbol de buganvilia, el color fulgurante de sus flores te arropaba de tal manera que con el aparente piso de las luciérnagas era como si el cielo estrellado en su totalidad te pusiera una alfombra en tus suaves pies y en tu cabeza un gran manto que te hacia ver como una verdadera virgen.
Han pasado más de cinco horas con estos gratos recuerdos. El frío de la madrugada y la ventisca mayúscula me avisan que ya tengo que levantarme.
He estado bebiendo ese rico vino tinto que siempre ordenabas cuando acudíamos al hostal que era de tu preferencia.
Me enteré de la cantidad que tomé cuando quise acudir al sanitario y no reaccionaron mis piernas. Mi mente estuvo más lúcida que siempre. He procurado desde tu partida elaborar un diario, anotar lo que sucede cada minuto, cada segundo, cada cambio de estación del año. Cada intento por tratar de mover mis pensamientos hacia otro horizonte. Unas lágrimas cayeron sobre mi libreta de apuntes desde que acudí a este sitio. Las manchas se convirtieron en figuras entre las que prevalecía la tuya. El color sepia quedó como una indeleble muestra de que espero pronto tu regreso.

Gabriel Hernández Espinosa
Revisitando un clásico: Mapurbe (2005)
En esta oportunidad quiero comentar y recomendar un libro que ya puede calificarse como un clásico de las letras latinoamericanas de principios de siglo XXI, Mapurbe venganza a raíz (2005) del poeta mapuche chileno David Añiñir Guilitraro. La primera edición de este libro pertenece a Odiokracia Ediciones, fotocopiada y repartida de mano en mano, además, existen dos ediciones posteriores, en 2009 y 2017 respectivamente, ambas a cargo de la editorial Pehuén. Así que, a veinte años de su publicación original, más su compromiso social y denuncia a todos niveles de la desigualdad, la discriminación e incluso de la represión gestionada por el estado chileno, no dudo en considerarlo un nuevo clásico. Es un texto que sigue vigente porque la lucha en él contenida, descrita y denunciada, continúa. Desafortunadamente, es una lucha compartida y extendible a muchos, si no es que a todos, los pueblos originarios en nuestro continente.
Un breve acercamiento formal a su texto, desde el español, llama la atención por el uso del neologismo, quizá su aspecto más comentado. Cabe destacar que en este poemario encontraremos fusiones entre el mapudungún, el español y el inglés. Así, a tres voces, introduce la ironía, pero también una crítica cultural y lingüística, semejante a lo chicano desde nuestra perspectiva. Este aspecto lo observamos en el título, Mapurbe, que hace referencia a la población mapuche en la capital chilena, Santiago. De hecho, Mapurbe se volvió un concepto estético-poétiko de identidad mapuche urbana.
A este neologismo le acompañan otros como los mapuchemas, las putesías, los tristemas, la Mapunky, Mapulandia Street, Santiagóniko, LiteraRtos, maloqueando o flaitedungún por mencionar algunos. Al mismo tiempo incluye referencias a poetas como Pablo Neruda, personajes históricos como Lautaro e incluso a grupos como Iron Maiden o cantautores como Joaquín Sabina. Esto lo podemos encontrar en diferentes poemas del escritor norteamaraucano y mapurbe, por ejemplo, en su poema “María Juana la Mapunky de la Pintana”: Eres tierra y barro / mapuche sangre roja como la del apuñalado / eres mapuche en F. M. (o sea Fuera del Mundo) / eres mapuche “girl” de marca no registrada / de la esquina fría y solitaria apegada a ese vicio. […] (32).
Otro poema que quiero destacar es el de “Temporada Apológika” que refuerza el tema del despojo y la marginalidad al habitar la capital: Mis mapuchemas no entienden nada / Extienden el descontento de los muertos / Y su futura compañía, / Mis mapuchemas son elásticos quemados / Cenizas/ Rimas de viento ancestrales // Mis tristemas se fecundan en el vientre / De la madre más puta / Mis putesías son como gotas de semen / Cómicas cuestiones que SEMENacen / Mis problemas vienen de nativos árboles de cemento / Confusión tierra asfalto / Eléktrica alegría / Paciencia de ratos […] (25)
La represión policial también se hace presente, como en el caso de “+ Poesía / -Policía”: Y llegaron despacito como el sueldo del fin de mes / llegaron despacito como dando un tiro de gracia / a mi muerte que ya se acercaba / suplicaron les entregase toda la droga / (pasta, ñoko, chamiko y de la otra) // No se percataron de mis pulmones ni de mi estómago / donde almaceno la droga de todos los días / si rehuso a acompañarlos pierdo la vida / y la vida yace agujereada como el ano del homosexual / como el cañón oxidado de los fusiles / antes de disparar […] (54)
Podría seguir hablando de este poemario, hay mucho que dejo fuera con la intención de que sea el lector quien se aproxime a esta obra, a este nuevo clásico. Mi acercamiento ha sido desde la segunda edición, la de 2009, que incluye una auto presentación del autor que empieza así: “Nací en la mierdópolis santiaguina el 29 de agosto de 1971, día domingo. Resido en la comuna de Cerro Navia. Mis padres son Pedro Añiñir Millahual de Cholchol, fallecido; y María Guilitraro Puralef, proveniente de Fresia, Llanquihue; ella sobrevive con dignidad.” […] (solapa). Como se puede observar el tono ácido contra la ciudad y sus atropellos está de inicio a fin del poemario. En este punto recomiendo al lector, si es que se interesó en la obra de Añiñir, lo busque en internet y se sumerja en su perspectiva y obra que en estos años ha acrecentado, así como su activismo que ya le valió un perdigón en el rostro en 2019. Hay mucho que descubrir en esta obra y mucho lo que inspirará al lector a buscar maneras para lograr la igualdad.
Los dejo con el último párrafo del libro, que cierra el Colofón mencionando detalles de esta edición: “Aparece en Santiago de Chile en octubre del 2009, época en que el pueblo mapuche continúa luchando por sus tierras, cuando la mal llamada “pacificación de la Araucanía” se repite porfiadamente hasta nuestros días”.
Referencias
Añiñir, David. Mapurbe venganza a raíz. Pehuén, 2009.
Enlaces de interés:
Selección de poemas de David Aniñir – Meli Wixan Mapu
Poesía Mapuche: Breve biografía de David Aniñir
(214) Wetruwe Mapuche – YouTube
Yana Luci Lema Otavalo. Lengua Kichwa. Ecuador
*No es hora de callar, nadie debería callar. Lo que está sucediendo en Otavalo es indignante y vergonzoso. Con total autoritarismo las “fuerzas del orden” están violentando a las comunidades kichwas, están atacando con gases y disparos sin considerar niños ni mujeres y los manifestantes están siendo tratados como delincuentes. Es claro que las narrativas y prácticas coloniales de parte del estado están hoy más presentes que nunca. Si bien es cierto que las organizaciones tenemos muchas debilidades y, hoy por hoy, hay resquebrajamientos graves en el movimiento indígena por causas internas, pero mucho más por todo el proceso, de años, en que los gobiernos de turno han intentado, dividir al movimiento con estrategias de clientelismo y dadivas políticas, que lo debemos analizar, discutir, enfrentar, y solucionar internamente, esto no deslegitima alzar las voces. Las organizaciones ya han hecho el llamado para abrir espacios de diálogo ¿qué más se está esperando que suceda?
yawar shuyu
pakta alli kayka rumi taki
pushtu wakami
sumakta paskarishka yurapi
pillpintukunapa shayariy
wawakunapa ñawimanta kasi
kayta pallaymi
pakta alli kayka ñukanchik
yawar shuyumi
kikin shimiwanllata willay
yakupi shina kay allpapi kriy
ñukanchikpak alli kayka shuk
plazami
kawsaypak kaparinchik
hatun ñanmi
maypi muskuykunata
tarpunchik
maypi kay pachata
ñukanchik shimiwanllata
shutichinchi
kanllapi runakunapak shimi
nishka yanka nishka
kakpipash
mapa de la sangre
la dignidad es una waka
hecha de piedras y cantos
es árbol de huesos extensos
donde se posan las
mariposas es la paz cosechada de los
ojos de los niños
la dignidad es el mapa de
nuestra sangre
es contar la historia con
nuestra propia boca es creer en la tierra como en
el agua el agua
para nosotros la dignidad es
una plaza una avenida donde gritamos
por la vida
donde sembramos sueños
y nombramos el mundo con
nuestra propia palabra aunque para el mundo de
afuera la palabra no vale
nada
Cordial Invitación

Gabriel Hernández Espinosa: estudioso de la literatura contemporánea y periférica, como la literatura intermedial, la literatura en lenguas originarias y el slam poetry.
Yana Luci Lema Otavalo, Peguche, Otavalo, Ecuador. Es comunicadora social, promotora cultural, poeta, videoasta y traductora. Recibió el premio al mejor video de Medicina Tradicional en el Tercer Festival de Cine y Video de la Primeras Nacional del Abya Yala
*Recientemente, el gobierno de Daniel Noboa, presidente de Ecuador, llevó a cabo una represión contra el pueblo que protestaba en contra de las medidas económicas que tomó su gobierno. La represión fue más brutal en contra de los pueblos indígenas, en especial en especial, en contra del pueblo Kichwa.
* A sugerencia de algunas y algunos compañeros, hemos modificado el nombre de la publicación, pero seguimos con el mismo espíritu de su fundación, ser un puente entre las y los creadores de los distintos mundos y realidades que cada uno habitamos.

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