sábado, 25 de octubre de 2025

Violencia vicaria en Puebla: 25 casos en 3 años y ni una sentencia de la FGE

 Durante 2025 hubo cuatro casos en la capital poblana y, a diferencia de años anteriores, todas las víctimas fueron hombres.

Foto: Gran Angular

Desde hace tres años, la Fiscalía General del Estado(FGE) no ha podido concluir ninguno de los 25 casos de violencia vicaria registrados en Puebla. En 2025 ya suman cuatro nuevas denuncias, todas en la capital del estado y en las que los hombres fueron las víctimas.

De acuerdo con información obtenida vía transparencia, entre enero de 2022 y julio de 2025 la FGE abrió un total de 25 carpetas de investigación por violencia familiar con agravante de violencia vicaria. Sin embargo, ninguna de ellas derivó en alguna vinculación o sentencia.


Puebla capital concentra las denuncias


La mayoría de estas denuncias se registraron en la ciudad de Puebla, aunque también hubo casos en Tepeaca, San Andrés Cholula, San Martín Texmelucan, San Pedro Cholula, Huauchinango y Tecamachalco.


En total, 17 de las víctimas fueron mujeres (el 68 por ciento) y 8 hombres (el 32 por ciento), lo que confirma que aunque la violencia vicaria suele dirigirse principalmente contra mujeres, también hay situaciones que afectan a los hombres.

Denuncias a lo largo de los años

A lo largo de estos tres años la tendencia muestra ligeros aumentos y descensos en el número de denuncias:

  • 2022: 6
  • 2023: 8
  • 2024: 7
  • 2024: 4

A partir de 2023 aumentaron las denuncias a ocho, dando un crecimiento del 33 por ciento, sin embargo, para 2024 bajaron a siete.

Los casos recientes

Durante 2025, los cuatro casos reportados ocurrieron en la capital poblana y, a diferencia de años anteriores, todas las víctimas fueron hombres.

En las cuatro denuncias, los agresores fueron exparejas y los hechos se registraron entre marzo y julio.


¿Qué es la violencia vicaria?

La violencia vicaria es una modalidad de violencia de género en la que una persona utiliza a los hijos e hijas como instrumentos para dañar psicológica y emocionalmente a su expareja, provocándole el mayor sufrimiento posible.

Se trata de una extensión del control y la manipulación que suele mantenerse después de una ruptura y sus principales características incluyen la instrumentalización de los hijos, el ejercicio de control y poder, el daño psicológico extremo y el silenciamiento de la víctima.

En estos casos, los agresores suelen ser exparejas, esposos o exconcubinos que, al perder el vínculo, utilizan a los hijos para continuar el castigo y reafirmar su poder. (MCJ)

Con información de: E Consulta

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas populares