Docentes, familiares, amigos y alumnos de la Normal 5 de Mayo de San Martín Texmelucan, se reunieron a recordar la vida y la obra del Profesor Agustín Carrasco Martínez, el pasado 28 de octubre, en el marco de su XXVI aniversario luctuoso.
Luego de escuchar la Oración Leonística en voz del señor Braulio González, el Abogado José de Jesús Aguilar Carrasco, nieto del homenajeado, dirigió un emotivo mensaje a la memoria de quien fuera Presidente Municipal de Texmelucan de 1972 a 1975.
“…el Profesor Agustín Carrasco Martínez, entendió que su paso por esta vida, debía ser construido precisamente al amparo de esas dos visiones, es decir la de sangre y la de compromiso; la primera de ellas al insistir casi de manera inexorable en el comportamiento del hombre o de la mujer que nos preciamos de ser sus herederos, hoy en primera, segunda, tercera o incluso cuarta generación, anteponiendo a los intereses personales el orgullo de su heredad, colocándonos con amplia visión de futuro que permita en comunión y no en lo individual generar más y mejores condiciones de vida a través de su legado que en materia de educación no solo ha impulsado sino desde luego transformado cientos o miles de vidas en Texmelucan, la región y el país.”
Así lo expresó el ilustre abogado y nieto de Agustín Carrasco, quien en vida fuera militante destacado por haber sido de los pioneros y Secretario fundador de la CNC en el municipio también Presidente del Patronato de la Cruz Roja Delegación Texmelucan, en una época de pocos recursos y grandes avances.
Más adelante, José de Jesús Aguilar expresó: “Abuelo querido, en este vigésimo sexto aniversario de tu partida asumo en mi palabra pero en la voluntad de todos los de mi sangre, trabajar sin descanso, con el ahínco requerido para lograr que tu obra se convierta en semilla perenne que germine en beneficio de los formadores y formandos que en las aulas de tu noble escuela normal cinco de mayo, deciden dedicar sus vidas. Asumo también para mi familia tu ejemplo de unidad, cohesión, disciplina y honestidad como principios que permiten al hombre caminar con la cara en alto.”
Al finalizar el discurso, los presentes montaron guardia de honor y depositaron una corona de flores en la tumba del ilustre personaje.
Breve reseña histórica.
Agustín Carrasco Martínez, es reconocido como un guía a la superación, una memoria fidedigna de ejemplo para la vida, la trascendencia de su nombre va más allá de 26 años de recuerdos acumulados en la historia oficial, en la historia local y en la añoranza de compañeros de trabajo, familiares y amigos.
Su recuerdo también está en el trabajo para San Martín Texmelucan de donde fue presidente municipal de 1972 a 1975.
Jamás olvidado en su labor como maestro rural, cuyo trabajo demostró el amor a la enseñanza y profesionalismo en la docencia, muestra de ello es la fundación del Normal particular Cinco de Mayo.
Catedrático, historiador, fundador de escuelas, ex alcalde y actor político.
En 1937 fue nombrado Maestro Rural clase “A” de la Escuela del Carrizal de Pantepec, Puebla.
Destaca, dentro del recuento biográfico, su trabajo como profesor de educación primaria, donde formó muchas generaciones de educandos en distintos poblados de la región, entre ellos: San Agustín Atzompa, San Antonio Arenas, San Antonio Tlatenco, San Miguel Tianguistenco, San Juan Tuxco, Santa María Moyotzingo, San Baltazar Temaxcalac, San Lucas Atoyatenco. Y como maestro de secundaria en la ciudad de San Martín Texmelucan.
Militante destacado por haber sido de los pioneros y Secretario fundador de la CNC en el municipio. Fue Presidente del Patronato de la Cruz Roja Delegación Texmelucan, en una época de pocos recursos y grandes avances. Fue Presidente Municipal de Texmelucan de 1972 a 1975.
Dentro del trabajo más destacado en su gestión como presidente municipal, a decir del Cronista Oficial, Jesús Contreras Hernández, se pavimentó la calle Pablo L. Sidar hasta el puente del Verde; rehabilitó el camino rural de Texmelucan a Atotonilco Tlaxcala; restauró el Rastro Municipal, así como la impermeabilización del Mercado Arenas; el Palacio Municipal fue equipado con más oficinas; adecuó el Deportivo Cuauhtémoc y apoyó la fundación de la Escuela Primaria “Alfredo V. Bonfil”.
Discurso del Abogado José de Jesús Aguilar Carrasco en el XXVI aniversario Luctuoso del Profesor Agustín Carrasco Martínez.
EDUCAR Y SERVIR, DE ALLÍ VENIMOS Y PARA ESO ESTAMOS.
Toda sociedad que se precie de ser funcional, posee en su estructura más elemental a la familia, y la familia debe entenderse no solo como aquellos que estamos unidos por código genético, sino también por empatía de principios y valores que direccionan la vida diaria de los seres humanos.
Esos valores y esos principios son herramienta fundamental para que en la brega del camino se logren sortear las adversidades y gozar las alegrías que la vida misma nos pone frente a nuestros ojos.
Como toda sociedad y como toda familia, ninguna de estas organizaciones humanas, pueden subsistir sin la dirección, la firmeza, la determinación y el aplomo de un liderazgo que se sacrifica, que construye, que forma y moldea lo que eventualmente en su partida se verá reflejado como fruto de su esfuerzo y tesón.
Pues bien, el Profesor Agustín Carrasco Martínez, entendió que su paso por esta vida, debía ser construido precisamente al amparo de esas dos visiones, es decir la de sangre y la de compromiso; la primera de ellas al insistir casi de manera inexorable en el comportamiento del hombre o de la mujer que nos preciamos de ser sus herederos, hoy en primera, segunda, tercera o incluso cuarta generación, anteponiendo a los intereses personales el orgullo de su heredad, colocándonos con amplia visión de futuro que permita en comunión y no en lo individual generar más y mejores condiciones de vida a través de su legado que en materia de educación no solo ha impulsado sino desde luego transformado cientos o miles de vidas en Texmelucan, la región y el país.
Reconocer los liderazgos, es parte fundamental de toda estructura económica, política o social, es por ello que cada uno de quienes tienen una misión en esta noble institución deben cumplir a cabalidad con la tarea encomendada.
La segunda visión, la de compromiso, es la voluntad que Don Agustín tuvo al impulsar la primera escuela de formación profesional no solo en el municipio sino en la región. Se equivocan quienes en total desconocimiento de la vida de Texmelucan, señalan a otras instituciones como las pioneras o primigenias en el desarrollo de alto nivel educativo en el municipio, nuestros respetos para ellas sí, pero la historia nos otorga la razón y nos fortalece con la verdad.
Entender que la preparación de docentes no solo es una profesión sino un apostolado, es comprender con toda claridad el sueño que permitió la existencia de esta institución. Una institución que se superpone a la modernidad, que avanza, que se prepara, que lucha y que reclama el lugar dentro del esquema de la formación educativa. Que entiende con toda claridad la necesidad de invertir en la preparación de su personal y en acercar los mecanismos tecnológicos hacia todos los usuarios de la misma.
Por ello, jóvenes y señoritas los exhorto a coadyuvar al sueño de nuestro fundador, entendiendo como lo dijo Jaime Torres Bodet, que solo merece llamarse hombre el que sabe y puede y quiere ayudar al hombre.
Abuelo querido, en este vigésimo sexto aniversario de tu partida asumo en mi palabra pero en la voluntad de todos los de mi sangre, trabajar sin descanso, con el ahínco requerido para lograr que tu obra se convierta en semilla perenne que germine en beneficio de los formadores y formandos que en las aulas de tu noble escuela normal cinco de mayo, deciden dedicar sus vidas.
Asumo también para mi familia tu ejemplo de unidad, cohesión, disciplina y honestidad como principios que permiten al hombre caminar con la cara en alto.
Asumo el que quien es bendecido con la vida, no puede pasar desapercibido y debe dejar en su legado alegrías, recuerdos afables, camaradería y cariño.
Asumo que servir es nuestra esencia, pues tu vida transitó en la puesta en marcha de todos estos ejemplos.
Por ello tengo claro, que cuando el desaliento estruja fuerte, cuando desaparecen las estrellas de mi noche, cuando el frío cristaliza la esperanza, cuando la nada lo es todo, siempre vuelvo a amarte…
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