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En su revisión se evidenciaron errores y desacuerdos de redacción y de contenido.
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No garantiza eficientar la productividad de los servidores públicos.
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Algunos regidores lo calificaron como: más letra muerta en el gobierno de Rafa Núñez.
Por
mayoría de votos y con las abstenciones de los regidores de salud y
fomento económico, el Ayuntamiento de San Martín Texmelucan,
después de más de 29 meses de gobierno, el pasado 4 de agosto, en
sesión extraordinaria de cabildo, aprobó un código de ética y conducta
de servidores públicos,
hecho calificado como histórico, por parte del primer regidor,
ingeniero en alimentos José Rafael Núñez Ramírez, la normatividad no
está por encima de normas federales ni estatales, tampoco establece
parámetros para que los integrantes del gobierno,
en especial los regidores, transparenten su trabajo y den a conocer su
productividad, o las sanciones que debieran merecer por no hacerlo.
Dicho
código fue una demanda de la Auditoria Superior dela Federación, en la
sesión extraordinaria de cabildo, se evidenció que dicho
código, además de contener aun contradicciones de redacción y de
contenido, no fue debidamente cabildeado entre los regidores, no
obstante, a decir del edil, permitirá la evaluación de la conducta de
los integrantes de la actual administración, el documento
fue preparado por el contralor municipal, Maestro Fiacro Luis
Torreblanca Coello.
Cualificará
acciones para combatir la corrupción y ganar la confianza de los
ciudadanos en sus autoridades, este documento propone
servidores públicos íntegros, con actuaciones apegadas a la cultura de
valores y principios éticos que guíen la labor cotidiana de su función,
no obstante, los integrantes de la actual administración han sido
caracterizados por su opacidad, ya que al día de
hoy la página de transparencia no está actualizada en términos de ley,
por su indemostrable productividad que absorbe alrededor de 10 millones
de pesos de nómina mensual.
Otras
características del actual gobierno tampoco podrían ser abatidas con
este código; como son la falta de capacidad para controlar
el desbordamiento del comercio informal en las calles de San Martín, la
existencia de más de 30 directores y directores generales en el
organigrama, sin que a la fecha demuestren eficiencia y productividad,
el burocratismo en áreas donde los ciudadanos se
desesperan por la tardanza en sus trámites como son áreas de catastro,
obras públicas y por la falta de control en el manejo de un reglamento
justo en giros negros, por la alta inseguridad, por la falta de respeto a
las garantías laborales de la policía y
por el nepotismo en muchas áreas de la comuna.
La
reciente normatividad propone reconocimiento y premio, pero no ratifica
sanciones para servidores que incumplen sus obligaciones
legales, tal como lo establece la Ley de Responsabilidades de
Servidores Públicos, algunos integrantes del gobierno de San Martín
calificaron este trabajo como absurdo y aseguraron que se trata
de “más letra muerta en la administración de Rafa Núñez” a quien
reconocieron como un presidente que goza con la suficiente protección
para que no le preocupe realmente hacer una administración
eficiente y productiva, también coincidieron en señalar que los votos
en abstención de los regidores Carmen Juárez y Marco Antonio Escobedo
son muestra clara de irresponsabilidad política.
En
ese documento tampoco se explica alguna estrategia para que dentro de
sus responsabilidades éticas, los integrantes del ayuntamiento cumplan
con los encargos de las comisiones de las que forman
parte y de sanciones por no hacer lo propio o de alguna estrategia que
exija a los cabildantes trabajar en sus encargos y lograr acuerdos
políticos que permitan el desahogo de la agenda municipal y la
permanencia del equilibrio político para desentrampar los
temas que mantienen al actual gobierno muy mal calificado por los
ciudadanos.
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