Con el compromiso de no fallarle a las mujeres y al pueblo de México, Claudia Sheinbaum se convirtió en la primera presidenta de la historia de México
México tiene una presidenta. A las 11 horas con 34 minutos del 1 de octubre de 2024, Claudia Sheinbaum Pardo se convirtió en la primera mujer en portar la banda presidencial luego de rendir protesta como jefa del Ejecutivo federal ante un Congreso de la Unión mayoritariamente a su favor.
Con la frase “es tiempo de mujeres”, la mandataria mostró el pulso histórico del evento durante su discurso al resaltar que la República mexicana fue dirigida únicamente por presidentes durante dos siglos. El Salón de Sesiones del Palacio Legislativo celebró la hazaña.
La toma de posesión de la dirigente significa también que las Fuerzas Armadas tendrán una comandante suprema y que, en un hecho sin precedentes, los tres poderes de la Unión son encabezados por mujeres: Sheinbaum Pardo en el Poder Ejecutivo; Norma Lucía Piña Hernández en el Poder Judicial; e Ifigenia Martínez como presidenta de la MesaDirectiva de la Cámara de Diputados.
Enfundada en un vestido color marfil bordado a mano por la artesana Claudia Vásquez Aquino, originaria de Santa María Xadani, Oaxaca, la exmandataria capitalina aseguró en su primer mensaje oficial que el 2 de junio el pueblo de México, de forma democrática y pacífica, dijo fuerte y claro: “Es tiempo de transformación y es tiempo de mujeres”.
“Hoy, 1 de octubre del 2024, inicia la segunda etapa: el ‘Segundo Piso de la Cuarta Transformación’ de la vida pública de México. Y también hoy, después de 200 años de la República y de 300 años de la Colonia, porque previo a ello no tenemos registros claros, es decir, después de al menos 503 años, por primera vez llegamos las mujeres a conducir los destinos de nuestra hermosa nación. Y digo llegamos porque no llego sola, llegamos todas”, expresó.
Al reconocer el legado de los héroes nacionales, Claudia Sheinbaum resaltó la labor de Josefa Ortiz de Domínguez, Leona Vicario, Margarita Maza, Adela Velarde, Dolores Jiménez Muro, Elvia Carrillo Puerto, Frida Kahlo, Enriqueta González Baz y las sufragistas.
“México es de mujeres y hombres libres que, a lo largo del siglo XX,lucharon por la democracia, las libertades, la justicia, de los estudiantes de 1968, de los cientos de hombres y mujeres que hoy no están, pero de quienes orgullosamente somos herederos”, añadió.
Como parte de su discurso, la presidenta constitucional detalló los diez puntos que dan cimiento a su proyecto de nación. De estos destaca el número siete, que apunta a que las mujeres tienen derecho a una igualdad sustantiva.
“Hoy quiero reconocer no solo a las heroínas de la patria, a las que seguiremos exaltando, sino también a todas las heroínas anónimas, a las invisibles, que con estas líneas hacemos visibles, a las que con nuestra llegada a la Presidencia y estas palabras hago aparecer, las que lucharon por su sueño y lo lograron, las que lucharon y no lo lograron.
“Soy madre, abuela, científica y mujer de fe, y a partir de hoy, por voluntad del pueblo de México, la presidenta constitucional de los Estados Unidos Mexicanos. Gobernaré para todos y para todos, y tengan la certeza de que pondré mi conocimiento, mi fuerza, mi historia y mi vida misma al servicio del pueblo y de la patria. No les voy a defraudar. Les convoco a seguir haciendo historia”, agregó.
‘No les voy a fallar’, la promesa ante el Zócalo
Después de la toma de posesión, Claudia Sheinbaum Pardo, se dedicó a prometer. Presentó frente a un Zócalo abarrotado los 100 compromisosque delinearan su ruta de Gobierno. También recibió el Bastón de Mandopor parte de representantes de 70 pueblos indígenas y el pueblo afromexicano.
“Me comprometo a engrandecer el amor, la verdad, la honestidad y la fraternidad, y a condenar cualquier forma de discriminación. Estoy aquí para comprometerme con ustedes, para decirle al pueblo de México, en esta plaza maravillosa, corazón de la patria, que no les voy a fallar”, expresó.
Frente a una Plaza de la Constitución abarrotada, la mandataria detalló cuáles son los principales objetivos que busca cumplir durante sus seis años de gestión, de los que destacan hacer justicia en los casos Ayotzinapa y Pasta de Conchos.
Al centenar de puntos, que incluyen la presentación de un paquete de reformas al Poder Legislativo, se suma la construcción de nuevas líneas de Cablebús en la Ciudad de México, proyecto de movilidad que marcó su gestión al frente de la capital del país.
Además de reconocer la labor del expresidente López Obrador, Sheinbaum Pardo confirmó el inicio de la construcción del Segundo Piso de la Cuarta Transformación, que significa, según sus palabras, mantener los principios y las causas del sexenio previo, así como gobernar bajo los principios de “por el bien de todos, primero los pobres”, “no puede haber un gobierno rico con pueblo pobre” y “con el pueblo todo y sin el pueblo nada”.
Entre las promesas de mayor relevancia están el no someterse a intereses políticos, económicos ni extranjeros; ser un gobierno sensible, cercano a la gente y de territorio; respetar los derechos humanos y nunca usar la fuerza del Estado para reprimir al pueblo de México; seguir la política exterior implementada en los últimos seis años; y convertir la Secretaría de la Función Pública en la Secretaría Anticorrupción.
También prometió fortalecer el Banco del Bienestar, apoyar la iniciativa para prohibir el maltrato a animales, continuar con el modelo educativo de la Nueva Escuela Mexicana, desaparecer la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros (Usicamm), crear el programa de cuidados para los primeros mil días de vida con acompañamiento a mujeres embarazadas y dar suplementos alimenticios, y otorgar una cartilla de derechos para que todas las mexicanas sean protegidas por el Estado.
En materia alimentaria, la presidenta planteó que la soberanía alimentariasea el eje rector de la política para el campo, garantizar la autosuficiencia del maíz blanco, recuperar la autosuficiencia de abasto de frijol con apoyo a productores de Nayarit y Zacatecas. Asimismo, creará el nuevo programa Cosechando Soberanía para la sanidad vegetal y animal de productores de alimentos.
Entre la nostalgia por AMLO y el nuevo poder de Claudia
Claudia Sheinbaum se plantó en el Zócalo de la Ciudad de México por primera vez como presidenta constitucional. Frente a ella, la multitud materializaba tanto el pesado legado de Andrés Manuel López Obradorcomo el poder con el que llega la primera mujer en ejercer el Ejecutivo federal.
Los Quiroga, de Villahermosa, esperan en la plancha del Zócalo saboreando su tristeza por el adiós a López Obrador y la alegría por la llegada de Sheinbaum. “Es más melancolía”, concuerda la familia. Gloria García, de la Ciudad de México, comparte el sentimiento de los tabasqueños mientras abraza su “amlito” de peluche.
El ya expresidente se marchó al retiro, pero sigue apareciendo en muñecos, pancartas, gorras y demás memorabilia.
La ausencia sólo se hace más notoria cuando la primera mandataria, con banda presidencial y bastón de mando, tiene a bien iniciar su discurso recordándolo. Encabeza el rugir de “es un honor estar con Obrador” y lo sigue llamando presidente “porque es el mejor presidente en la historia de México”.
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