Desde el pasado martes, las autoridades del hospital indicaron a los pacientes que por la tarde de ese día se les avisaría cuándo podrían acudir a su tratamiento. Sin embargo, hasta el momento, no han recibido información concreta sobre la programación de sus citas, lo que ha generado preocupación y molestia entre quienes dependen de la hemodiálisis para preservar su salud.
La suspensión del servicio se originó tras la finalización del contrato con la empresa subrogada Zdenko, encargada de proporcionar el tratamiento, lo que llevó a la interrupción inmediata en hospitales públicos de Puebla, incluido el General del Sur, dónde son cuando menos 144 afectados.
La falta de comunicación oportuna y la ausencia de un calendario claro para la reanudación de las sesiones han sido señaladas por los afectados como una de las principales deficiencias en la gestión de la crisis.
Durante estos días, los pacientes y sus familias han manifestado su inconformidad por la falta de información clara y la incertidumbre sobre cuándo podrán retomar sus tratamientos. La situación se agrava porque la hemodiálisis es un procedimiento vital para quienes padecen insuficiencia renal crónica, ya que permite eliminar toxinas y líquidos del organismo, función que sus riñones ya no pueden realizar.
El Hospital General del Sur es una de las principales unidades públicas en Puebla que atiende a personas con insuficiencia renal crónica. La demanda de hemodiálisis ha aumentado en los últimos años, lo que ha puesto presión sobre la infraestructura hospitalaria y el personal médico.
La reciente interrupción del servicio evidenció la fragilidad del sistema y la necesidad de contar con protocolos claros para evitar afectaciones mayores a los usuarios.
A pesar de los anuncios sobre la posible reanudación del servicio, la incertidumbre persiste entre los usuarios del Hospital General del Sur, quienes insisten en la urgencia de recibir información precisa sobre sus próximas citas. La falta de certeza sobre la programación de los tratamientos representa un riesgo para quienes requieren atención regular y oportuna.
La situación evidencia la vulnerabilidad del sistema de salud pública en Puebla y la necesidad de establecer protocolos claros para evitar afectaciones mayores a los pacientes con enfermedades crónicas. Las familias esperan que, a la brevedad puedan retomar sus tratamientos y recuperar la estabilidad que la hemodiálisis les brinda.
Con información de: L a Jornada de Oriente
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