martes, 14 de octubre de 2025

Entropía - “La comunicación social no es solo redes”


Por: Alexis Manuel Da Costa

Cuando hablamos de comunicación en un gobierno, muchas veces pensamos en boletines, redes sociales o la cobertura de eventos. Pero, ¿qué pasa si miramos más allá? La comunicación social no es solo eso: es estrategia, planificación y, sobre todo, confianza. Es el puente que conecta a los ciudadanos con las decisiones, las políticas y las acciones del gobierno. Y cuando se usa bien, puede marcar la diferencia entre claridad y confusión, entre credibilidad y desconfianza.

Harold Lasswell, un pionero de la comunicación política, decía que “la comunicación política no es solo transmisión de información, sino también control social”. Y tiene razón: comunicar no es solo enviar mensajes. Es organizar la información para que tenga sentido para la sociedad, anticipar tensiones y ayudar a construir consensos. Cada palabra cuenta. Cada mensaje pesa. Y no es solo lo que se dice, sino cómo y cuándo se dice.

En mi poca experiencia he visto que los equipos de comunicación que realmente funcionan son los que saben anticipar escenarios y planificar respuestas estratégicas. Un equipo de comunicación social que entiende esto sabe que cada publicación, cada boletín y cada conferencia no son meros escaparates de logros, sino herramientas para orientar, prevenir malentendidos y mantener un diálogo constante con la ciudadanía. La comunicación se convierte así en un proceso activo, no en un simple trámite.

Como decía Peter Drucker, “la mejor manera de predecir el futuro es crearlo”. Esto aplica también a la comunicación social: cuando planificas, anticipas riesgos y controlas el mensaje, puedes guiar a la ciudadanía antes de que los problemas se vuelvan crisis. Claro que eso requiere equipos que no tengan miedo de plantear escenarios difíciles y que sepan transmitir mensajes complejos de forma comprensible.

Lo más importante es entender que comunicación social no es marketing. Las redes y los eventos son herramientas, no la esencia del trabajo. El verdadero reto es coordinar mensajes entre distintas áreas del gobierno, mantener coherencia y construir narrativas que acompañen decisiones complejas. Escuchar a la ciudadanía, entender sus preocupaciones y responder con claridad es mucho más valioso que cualquier publicación bonita, la comunicacion de un gobierno no es igual que el marketing de una empresa o negocio, no se trata solo de ganar likes, comentarios y generar trafico en redes sociales, se trata de que la ciudadania en la intimidad de de sus casas con sus familias y en las charlas con sus amigos hablen sobre el gobierno en turno.

Cuando un gobierno logra esto, la comunicación social deja de ser un “departamento más” y se convierte en un aliado estratégico. Ayuda a prevenir problemas, construir confianza, orientar percepciones y fortalecer la legitimidad institucional. Por eso, cada mensaje cuenta y cada decisión de comunicación tiene un efecto real sobre cómo los ciudadanos perciben lo que sucede.


Por todo esto comunicar bien no es sólo informar, es cuidar la relación con la gente. Cada mensaje, cada publicación, cada palabra tiene poder. Un gobierno que entiende esto no solo evita confusiones, sino que gana confianza y construye puentes con quienes representan su razón de ser: los ciudadanos. Y eso, al final del día, es lo que realmente transforma la gobernanza.

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