Por: Pbro. Gustavo Herrera.
La vida está llena de sacrificios y satisfacciones!!!.
Desde que era pequeño, mis padres me enseñaron a levantarme todos los días con entusiasmo y alegría para comenzar mis actividades cotidianas.
A veces, era difícil y me costaba trabajo abrir los ojos y quitar las cobijas de mi cuerpo, pero, gracias al ejemplo de mis padres, me levantaba con ganas de trabajar y hacer algo en la vida!!!.
El trabajo, siempre ha sido parte importante en mi historia; implica esfuerzo y empeño, pero, la satisfacción de ir alcanzando metas que se va uno trazando, es algo que no se paga con nada.
Continuamente me invitan a bendecir vehículos, casas o propiedades que van adquiriendo algunas personas con grandes sacrificios y a base de su trabajo. Me gusta observar los rostros y ahí descubro una gran alegría y orgullo por haber alcanzado un sueño que, a lo mejor, pensaron nunca podría llegar a la realidad.
Procura alegrarte con los logros y éxitos de los demás y espero que ese sea un aliciente que te motive a trabajar con entusiasmo para alcanzar tus sueños y metas trazadas.
Nunca envidies al otro ni sientas coraje antes los éxitos de los demás, al contrario, alégrate y comparte con ellos su dicha y satisfacción.
Lucha por alcanzar tus ideales, aunque en ello vaya implícito el esfuerzo y sacrificio, pero, te aseguro que, al haber alcanzado la meta propuesta, podrás decir con satisfacción:
¡¡¡Valió la pena!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario