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domingo, 3 de noviembre de 2024

Llama Iglesia urgentemente “a trabajar por la paz en conjunto”

 

En la misa dominical en la Basílica de Guadalupe, se colocó una fotografía del sacerdote en el altar principal y en la homilía, el obispo auxiliar Salvador González Morales hizo un llamado para no olvidar a las víctimas de la violencia y el odio. Señaló: “la única forma de curar esas enfermedades es dejándonos tocar por el amor de Dios”. Foto María Luisa Severiano/ Archivo

Ciudad de México. En el marco de la Jornada Nacional por la Paz convocada por la iglesia católica para este día, reiteró la exigencia a las autoridades para que “atiendan este llamado urgente a trabajar por la paz en conjunto, en una estrategia que involucre a toda la sociedad, que permita el diálogo y la escucha”.

Desde el editorial del semanario Desde la Fe, la Arquidiócesis primada de México señaló que la paz debe emerger de lo profundo, debe ser sólida, duradera, que surja de una estrategia para hacer frente a los principales problemas sociales de la actualidad; que reconstruya el tejido social roto y recupere el valor de la dignidad humana, ahora perdido.

Reiteró sobre la situación de violencia que se vive en Chiapas y el pasado 20 de octubre repercutió en el asesinato del padre Pérez en San Cristóbal de las Casas. Esto, indicó la publicación, deja “marcas profundas en una sociedad que una y otra vez ha dicho ‘¡Ya basta de tanta violencia!”.

En la misa dominical en la Basílica de Guadalupe, se colocó una fotografía del sacerdote en el altar principal y en la homilía, el obispo auxiliar Salvador González Morales hizo un llamado para no olvidar a las víctimas de la violencia y el odio. Señaló: “la única forma de curar esas enfermedades es dejándonos tocar por el amor de Dios”.

En tanto, en el semanario, se indicó que como parte de la jornada por la paz, hoy se realizan peregrinaciones, toques de campana, jornadas de oración, horas santas, momentos de reflexión y foros de paz, entre otros.

Los obispos de México reconocen la labor de pastores y agentes de pastoral que construyen puentes de diálogo en medio del conflicto; que defienden la dignidad humana en cada lugar donde es amenazada y promueven la reconciliación en contextos de división.

También a aquellos que elevan la voz por los que han sido silenciados y acompañan y consuelan a las comunidades víctimas de la violencia.

Con información de: La Jornada


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