viernes, 18 de julio de 2025

Arquidiócesis de #Puebla celebró este viernes la Santa Misa por los 25 años de ministerio sacerdotal de 12 presbíteros ordenados en el año 2000.

 


Con gozo y gratitud, la Iglesia que peregrina en Puebla celebró este viernes la Santa Misa por los XXV años de ministerio sacerdotal de doce presbíteros que, en el año 2000, fueron ordenados para servir al Pueblo de Dios en esta Arquidiócesis.


La celebración fue presidida por Mons. Víctor Sánchez Espinosa, Arzobispo de Puebla, y concelebrada por los Obispos Auxilares en la Catedral Basílica, lugar que hace 25 años fue testigo de su ordenación sacerdotal, y que hoy los recibió nuevamente en este Año Jubilar 2025, para elevar a Dios una acción de gracias por tantos frutos recibidos.


Los sacerdotes que celebraron este aniversario jubilar son:


P. José Santiago Álvarez Cabrera


P. Valentín Amástal Amástal


P. José Luis Cadena Hernández


P. Apolinar Hernández Altamirano


P. José Huerta Espinosa


P. Jorge Rufino López Isidoro


P. Jerónimo Pérez Pérez


P. Eduardo Rodríguez Ángel


P. José Alejandro Pedro Sánchez Priego


P. Ángel Sánchez Velasco


P. José Fernando Seynos Calixto


P. Marcial Tlahuextl Romero


En su homilía, Mons. Víctor expresó que “fueron ordenados en un tiempo de gracia, en el Jubileo del año 2000, y hoy, 25 años después, vuelven a esta Catedral para presentar al Señor un corazón agradecido, también en un tiempo jubilar y Año de la Esperanza”.


En esta misma celebración, se unieron con espíritu de fe los fieles del Decanato de San José Mayorazgo, quienes, tras un camino de preparación espiritual, peregrinaron hasta la Puerta Santa de la Catedral, para obtener las gracias de este Año Santo. Participaron feligreses de las parroquias: San José Mayorazgo, La Santa Cruz, Nuestra Señora del Refugio, Nuestra Señora de Fátima, San Antonio Abad, San Francisco Mayorazgo y Nuestra Señora de Guadalupe Hidalgo.


Esta Eucaristía fue signo visible de una Iglesia viva, agradecida y en camino. Una Iglesia que reconoce la fidelidad de sus pastores y se alegra por las bendiciones que el Señor sigue derramando sobre su pueblo.






















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