Desde colocar autos en posición vertical dentro de contenedores hasta adquirir camiones propios para su traslado, la saturación logística en los puertos ha llevado a implementar soluciones creativas.
La importación de autos chinos, que comenzó a dispararse hace dos años, llevó a los puertos del Pacífico mexicano a un nivel de saturación sin precedentes. Hoy, después de ajustes logísticos y cuantiosas inversiones, el panorama parece haberse normalizado, aunque el camino para llegar a ello ha sido complejo.
China se ha consolidado como el principal proveedor de autos importados en México, posición que alcanzó en 2022, desplazando a India y Brasil. Esta transformación, impulsada por una recuperación rápida en la cadena de suministro después de la pandemia, modificó el flujo habitual de las importaciones. Ahora, los puertos del Pacífico reciben la mayor parte de las unidades, mientras que los del Golfo, que solían manejar la mayoría de los vehículos de importación, han visto una disminución en su carga.
Ante la congestión y la demanda por mayor capacidad de manejo en los puertos del Pacífico, los fabricantes chinos comenzaron a adoptar alternativas a los tradicionales barcos Roll-On/Roll-Off, conocidos como “Roros”, los cuales permiten cargar los autos rodando para desembarcarlos directamente en tierra. En su lugar, ahora optan por transportar vehículos en contenedores, un método que facilita el apilamiento y maximiza el espacio en los buques.
José Ángel Sánchez, vicepresidente de Grupo Chirey y Country Manager de Exeed, comenta que la situación derivó en “una serie de creatividades ocultas”. Una de las innovaciones en logística fue colocar los autos en posición vertical dentro de contenedores diseñados especialmente para ello, lo que permite optimizar el espacio.
“La gente empezó a pensar, bueno, el resto de las mercancías vienen en contenedores. ¿Qué tal si metemos autos a contenedores? Así surgieron plataformas y contenedores abiertos, en los que el vehículo va parado. En estos contenedores caben hasta cuatro autos apilados, lo que maximiza la eficiencia de carga”, mencionó Sánchez durante el Expansión Summit 2024 México del Futuro.
Estos contenedores permiten apilar los vehículos de manera eficiente, formando estructuras que, como describió Sánchez, hacen que los puertos “parezcan Legos”.
Esta innovación ha permitido aprovechar mejor el espacio, aunque algunos competidores advierten que este método podría aumentar el riesgo de daños en los vehículos y afectar su calidad.
Otras marcas como MG Motor han optado por diversificar sus rutas de importación para optimizar el flujo de vehículos. Josimar Hernández, gerente de producto de MG en México, explicó la estrategia.
“Lázaro Cárdenas es el puerto con mayor infraestructura actualmente; sin embargo, Mazatlán empezó a crecer hace poco y la ventaja que tenemos de descargar en Mazatlán es un flujo más estable de vehículos que en Michoacán, porque en Lázaro Cárdenas no solo descargamos nosotros, descargan todas las empresas también. Podemos bajar unos en Lázaro Cárdenas y otros en Mazatlán, dependiendo de la necesidad de inventario”.
El impacto del incremento de las importaciones ha sido evidente en puertos como Lázaro Cárdenas y Mazatlán. De enero a septiembre de este año, el puerto de Lázaro Cárdenas registró la entrada de 334,608 vehículos, un aumento del 5.7% frente al año anterior, según datos de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT).
Mazatlán, por su parte, experimentó un incremento aún mayor: en los primeros nueve meses del año, el puerto movilizó 132,180 unidades, un 30% más que en el mismo periodo de 2023, frente a cifras históricas que oscilaban entre 20,000 y 30,000 unidades anuales.
Marcas chinas compran sus propias madrinas
Aunque los autos importados llegan en grandes cantidades a los puertos del Pacífico, la cantidad de vehículos que sale con destino a otros países es significativamente menor. Este desbalance genera un problema logístico: los camiones que trasladan vehículos hacia el interior del país, al hacer su recorrido de regreso a los puertos, suelen viajar vacíos, ya que la demanda de exportación de autos es baja en comparación con la de importación.
La falta de carga de retorno encarece los costos de transporte, incrementando la demanda de camiones especializados, conocidos como “madrinas” o “nodrizas”, para transportar autos dentro de México.
“Lo que ocurrió en algún momento es que, cuando empezaron a ingresar los vehículos por los puertos, la prioridad era de quien pagara más”, dijo Hernández.
Ante el aumento de los costos de transporte, algunas marcas han decidido comprar sus propios camiones para asegurar un flujo constante y más rentable. Hernández, explicó esta decisión: “Compramos nuestras madrinas porque el costo del transporte empezó a subir muchísimo, por eso las compramos. Era más rentable moverlas nosotros”.
Con información de: Expansión
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