La revisión del caso de desaparición forzada del hijo de un líder en Veracruz que abanderó protestas contra la empresa Granjas Carroll y acompañar la denuncia de la contaminación de miel en Puebla, luego que un apicultor presentara pruebas de laboratorio que advertían residuos de antibióticos y heces animales en su producción; entre los acuerdos de la primera mesa de diálogo de autoridades federales con integrantes del Movimiento en Defensa del Agua de la Cuenca Libres–Oriental.
En la comunidad de San Antonio Limón Totalco, en el municipio de Perote cientos de campesinos de más de 20 ejidos de Puebla –San Nicolás Buenos Aires, Tepeyahualco, El Seco, Mazapiltepec, Libres, Cuyoaco, Ocotepec, Guadalupe Victoria entre otros– y de Veracruz, se reunieron con los titulares de la Oficina de representación de la Secretaría de Gobernación de ambos estados: Rafael Santana Mendoza Morales y Álvaro Fojaco, para entablar un diálogo tras siete jornadas de movilizaciones que incluyeron cierre de carreteras.
Fue Guadalupe Serrano Gaspar, uno de los campesinos veracruzanos que encabezaron movimientos de denuncia contra las industrias asentadas en la Cuenca Libres–Oriental, quien abrió la mesa de diálogo para describir la lucha contra el consorcio que contamina agua y aire, es enfrenarse a un monstruo que ha cooptado a las autoridades para evadir cualquier castigo.
Él junto con otros campesinos y activistas fue detenido en abril de 2008 por policías vestidos de civil que lo trasladaron al penal de San Miguel, en Puebla, acusado por el gobierno de Mario Marín Torres de atentar contra las vías generales de comunicación. Luego de pagar fianza de 8 mil 500 pesos, pudo recuperar su libertad. Fue amenazado, torturado y por años, perseguido judicialmente.
Serrano, quien también enfrentó un proceso en la Procuraduría General de Justicia en Veracruz por difamación contra la empresa, por primera vez, públicamente denunció que habría sufrido la desaparición de su hijo Praccedes Serrano Díaz. Este acto no lo consideró ajeno a la lucha y movilizaciones, específicamente una marcha que bloqueó la carretera federal Achichica–Perote, el 10 de enero de 2007, para exigir el retiro de los criaderos de cerdos.
“Decir en voz alta que nos están envenenando es temer siempre, pero igual debemos hacerlo. Hace 16 años surgió un brote de infecciones respiratorias en La Gloria, nos organizamos para protestar, fui secuestrado, me llevaron aquí y allá, fui a dar a Puebla al penal de San Miguel”, detalló.
Guadalupe Serrano citó el prejuicio ecológico en el valle de Perote, como las lagunas de oxidación donde vierten excrementos y residuos químicos, los olores fétidos y la pestilencia de las galeras de cerdos. Explicó que los pobladores padecen la merma en los mantos acuíferos, pues el agua se usa para abastecer las granjas porcinas en lugar de servir para el consumo humano “Qué nos digan cuánta agua usan de día y de noche” reprochó.
Ecocidio de abejas
El apicultor de Tepeyahualco, Moisés Moratilla expuso, con documentos en mano, que en 2017 perdió 1.2 toneladas de miel por estar contaminada. A la empresa Comvermiel, a quien él surtía, le devolvió el embarque luego que el laboratorio rechazara los tambos de miel en la que detectaron antibióticos, sulfas y heces fecales animales.
En entrevista, el apicultor explicó que la contaminación de sus colmenas era la cercanía con las fosas de oxidación de aguas residuales de la empresa Granjas Carroll, situados a más de 500 metros. El daño ha sido tan brutal que trasladó sus colmenas a más de dos kilómetros, por lo que el daño que atribuye a la criadora de cerdos no solo se reduce a la pérdida de producción de miel sino a zonas de pecoreo y a la muerte de abejas.
Manuel Moratilla considera como parte de los 13 apicultores afectados en Tepeyahualco, que han perdido al menos un 50 por ciento de territorio que usaban como zona de pecoreo. “Granjas Carroll nos invadió…tuvimos que irnos nosotros, los que producimos una de las mejores mieles del mundo que comercializábamos para Europa, nos replegamos en el territorio. De 1 mil 500 colmenas, ahora sólo cuentas 500, la pérdida es enorme” .
“La calidad de la miel la sientes solo al probarla, su sabor no es invasivo y es de verdad deliciosa, tiene la menor cantidad de humedad, en valores reporta 15 grados de humedad, cuando otras mieles consideradas ‘buenas’ reportan como mínimo 18 grados de humedad”, citó. Denunció que la pérdida ha sido permanente para toda la comunidad apicultora, abejas mueren por la concentración de químicos y fumigaciones usadas por las industrias que tienen como vecinos.
“Yo perdí 22 colmenas”, dijo el apicultor que sostuvo que desde entonces la muerte de abejas no se detiene, lo atribuye a la contaminación del aire y a la tremenda sequía que se ha acentuado en la zona.
Moisés Moratilla reveló que tras la denuncia en la Primera Mesa de Diálogo frente a autoridades federales esperaba interponer su queja ante representantes de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), pero los funcionarios evitaron hablar con el apicultor. “Tras el levantamiento de la mesa de diálogo fui a buscar a funcionarios, una mujer que se había identificado como parte de la Profepa me dijo, “espere, solo voy al baño y ahora vengo, pero cuando me di cuenta se había subido a su camioneta para irse”, narró el apicultor.
Otro acuerdo fue establecer otra reunión el próximo martes 18 de junio en este mismo sitio pero con la presencia de los funcionarios federales y estatales, específicamente de la delegación de la Conagua, Integrantes del Movimiento en Defensa del Agua de la Cuenca Libres–Oriental exigieron a delegados sostener un diálogo de nivel del movimiento social que tiene más de 20 años y que cada vez se radicaliza más “no queremos funcionarios de medio pelo que solo vienen como monigotes, sin resolver nada”.
Con información de: la jornada de oriente
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