La tempestad del acomodo, quizá es más dura que la contienda electoral.
Por: Horacio Cano
Después de una contienda electoral no siempre viene la calma, sobre todo cuando están en juego posiciones de poder político. Los acomodos a veces suelen ser dolorosos. En 2024 vivimos campañas que parecían más competidas de lo que al final resultaron, se hablaba de polarización, donde a la vista de los resultados nunca la hubo. Después de que los ganadores, presidentes municipales y gobernadores electos, recibieron su constancia de mayoría, viene el tiempo de una contienda diferente y es la de la lucha por el poder, pero ahora dentro de los equipos ganadores.
Después de convencer al electorado, acordar con grupos, sindicatos, organizaciones o liderazgos; los hoy candidatos electos tendrán que tomar acciones para mantener la unidad y que la guía sea la generosidad ante el reto que se viene. ¿Cuáles son algunos de los retos de nuestras autoridades electas? A continuación, enunciaré algunos de los que me parecen los más importantes.
PRIMERO: Convocar a la reconciliación. Aunque la sociedad no está polarizada como muchos querían hacernos creer, ni el tejido social esta quebrantado como muchos sin entender el concepto lo mencionaban, existen un gran número de ciudadanos que seguramente no están satisfechos con la victoria de algún candidato. Es una tarea importantísima de los candidatos electos, vertebrar a la sociedad para con ello contar con la legitimidad suficiente para impulsar las acciones que lleven al bien común. Una forma de vertebrar es reconociendo a los organismos intermedios de la sociedad y tener una comunicación asertiva con cada uno de sus miembros, pero no solamente eso, habrá que sumarlos para crear un proyecto compartido para el estado o cada uno de los municipios.
SEGUNDO: Integrar un equipo altamente eficiente. Éste no puede tener margen de error. Los ciudadanos desencantados de la política y de los políticos requieren de resultados inmediatos. Un equipo de improvisados y compromisos políticos terminará por dilapidar el bono democrático que tiene cualquier candidato al resultar triunfador de alguna elección, complicándole la gobernabilidad por el resto de su mandato. Ser asertivo en la selección del equipo y saber delegar cada asunto, son virtudes que el buen gobernante debe tener. De la generosidad del equipo para mantener la unidad dependerá el éxito de la administración.
TERCERO: Elegir las batallas. A las autoridades electas les debe quedar claro que no existen recursos humanos ni económicos para poder resolver todo en los primeros meses del gobierno. En el estado de Puebla los Ayuntamientos toman protesta a la mitad del mes de octubre, es decir dos meses y medio antes del cierre de año, por lo tanto solamente cuentan con ese porcentaje disponible del presupuesto. Es importante llegar a la primera sesión de cabildo con los cambios necesarios al presupuesto a ejercer, así como con las principales acciones a ejecutar en los primeros tres meses de la administración. El equipo debe entrar como relevista, no parar, la vida de las ciudades no se detiene por el cambio de personas en una administración y el tiempo en el que “se alenté el ritmo” la sociedad lo puede cobrar con el rechazo.
Las autoridades entrantes deberán asumir el costo de sus equivocaciones de inicio e intentar solventarlas. Echarle la culpa de todo a la administración anterior o a factores externos, podrá funcionar en las primeras semanas, después como siempre he sostenido, “echarle la culpa a los demás de tus fracasos es signo de mediocridad”.
Quería terminar esta colaboración con una frase que les recomendaría memorizar a todas las autoridades entrantes, y ya que en San Martín Texmelucan está tan de moda San Agustín, les comparto esta cita que debería estar a la entrada de las oficinas de todos los presidentes municipales de nuestro país: “Guarda el orden y el orden te guardará.”
Hasta entonces.
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