viernes, 17 de octubre de 2025

Número desconocido, el documental de Netflix que expone el lado más oscuro del acoso digital

 En la era digital, una palabra puede ser bálsamo o veneno. Número desconocido, el documental de Netflix, revela hasta dónde puede llegar el poder destructivo de un mensaje anónimo.

Por: Pbro. Samuel Velásquez Serrano

Una palabra nunca es inocente. Puede ser ternura o puñal, bálsamo o veneno. En el mundo digital, donde la palabra se multiplica en mensajes de texto, redes sociales o correos anónimos, adquiere un poder explosivo: es como una bomba que puede sanar o destruir, salvar o condenar.

El documental de Netflix Número desconocido: el catfish de la secundaria retrata con crudeza un caso real ocurrido en Beal City, Michigan. Durante dos años, Lauryn Licari y su novio Owen McKenny fueron acosados sin descanso por cientos de mensajes anónimos cargados de odio, amenazas y manipulación. Padres, estudiantes y autoridades se enredaron en un torbellino de sospechas.


La verdad resultó tan perturbadora como dolorosa. Quien los acosaba estaba tan cerca que nadie lo sospechaba. Se usaron aplicaciones para falsificar números telefónicos y hostigar a los jóvenes hasta el límite de casi empujarlos al suicidio. El fiscal David Barberi explicó que su conducta parecía una variante del «síndrome de Munchausen cibernético»: provocar sufrimiento para luego presentarse como indispensable. Una herida no solo psicológica, sino también moral y espiritual.

Este caso revela algo esencial: la palabra, incluso cuando se disfraza de número desconocido, tiene un peso inmenso. Puede levantar o hundir, crear puentes o sembrar caos, como lo narra la Biblia en la torre de Babel, donde la confusión de lenguas desató división y desorientación. 

El desafío para las familias es enorme. Los padres no solo deben proteger a sus hijos del ciberacoso, sino también reconocerse a sí mismos necesitados de educación digital responsable, para acompañar con respeto la intimidad de los jóvenes. Este caso nos recuerda que la educación digital debe ser continua, compartida y comunitaria.

Vivimos en una Babel digital, donde los algoritmos y la IA amplifican palabras, emociones y conflictos. En medio de esta confusión, necesitamos lenguajes verdaderos, honestos, compasivos y empáticos. Aquí nace un horizonte nuevo: Pentecostés. 

El mundo digital y los grandes lenguajes de IA, creadores de imágenes y algoritmos necesitan de reglas, protocolos y palabras que no confundan sino que anuncien vida y generen esperanza. La fe cristiana enseña que cada palabra revela lo que hay en el corazón. Y en el mundo digital, cada mensaje enviado es una decisión moral: puede ser cuidado y respeto, o un arma invisible contra el prójimo.

“Número desconocido”, tres claves para reflexionar

Poder: la palabra, hablada o escrita, nunca es neutra; puede ser vida o muerte.

Responsabilidad: un mensaje anónimo puede causar confusión, como en Babel, o convertirse en semilla de confianza y cuidado.

Prevención: la comunidad educativa y la familia deben aprender a usar la palabra digital como lugar de encuentro, no de destrucción.

Con información de: Desde la Fe



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