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lunes, 23 de junio de 2025

El Museo Internacional Barroco: el museo más caro del mundo, que supera a recintos de Europa y Estados Unidos

 


6 mil millones de pesos. Ese es el monto que costará el Museo Internacional del Barroco (MIB), convirtiéndose así en el más caro del mundo, que además carece de una colección propia, a casi 10 años de haber sido inaugurado.

Desde febrero de 2016, el gobierno estatal ha pagado tres mil 974 millones de pesos que, sumados a los 2 mil millones de pesos que el actual gobierno de Alejandro Armenta Mier erogará para finiquitar la deuda contraída por el ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, suman casi seis mil millones de pesos pagados por los poblanos a la empresa La Peninsular Compañía Constructora.

Con ello el MIB se posiciona como el museo más caro del mundo: más caro que el Museo Guggenheim de Bilbao, inaugurado en 1997 con un costo aproximado de 2 mil 802 millones de pesos; más caro que el Museo Acrópolis, en Atenas, abierto en 2009 con un costo de alrededor 2 mil 194 millones de pesos; e incluso muy por arriba del Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), cuyo costo en 2008 equivalió a 250 millones de pesos.

Con su operación, calculada en alrededor de 40 millones de pesos mensuales, el MIB contrastaba con los 5 millones que para la misma función recibían dos museos en México: el Museo Nacional de Antropología a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia, y el propio MUAC, bajo la administración de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Esta semana el gobierno de Puebla informó que desde febrero de 2016 a la fecha habían sido pagados 3 mil 974 millones de pesos de los aproximadamente 14 mil millones de pesos que inicialmente debían ser entregados a la empresa La Peninsular Compañía Constructora, filial de Grupo Hermes, de Carlos Hank Rhon, con la cual el gobierno de Moreno Valle estableció una Asociación Público Privada (APP) para construir el MIB.

De paso, se señaló que habría erogado 10 mil millones de pesos más hasta 2039, cuando concluyera el contrato contraído hace nueve años; no obstante, se logró negociar con la familia Hank Rohn para liquidar con 2 mil millones de pesos dicha deuda y hacer que desde este junio de 2025 el MIB pase a manos de los poblanos.

Un render –un diseño arquitectónico hecho por computadora– muestra un particular edificio color blanco, de arquitectura “orgánica”, rodeado de agua y alzado en una de las zonas con mayor plusvalía de Puebla capital. Es enero de 2014 y el entonces gobierno de Puebla, encabezado por el panista Rafael Moreno Valle Rosas, organiza la Alianza Barroca: un encuentro para “definir” el que sería el MIB, entonces llamado “Barroco Museo Internacional”.

El anuncio se hace apoyado en el diseño del arquitecto japonés Toyo Ito, Premio Pritzker de Arquitectura 2013, y se define como uno “de los logros estéticos de nuestro tiempo”, que será creado “a partir de las tendencias museológicas más vanguardistas”.

En el documento impreso para aquella Alianza Barroca se describe que Toyo Ito haría un edificio que se convertiría “en un referente obligado de la arquitectura contemporánea, un nuevo atractivo que hace homenaje al patrimonio cultural”, para el cual el gobierno de Puebla “donó cinco hectáreas de la Reserva Territorial Atlixcáyotl”.

Según lo reportado entonces, el costo de construcción del que sería el Barroco Museo Internacional fue de mil 742 millones de pesos, siendo un edificio “basado en tres elementos característicos del Barroco: movimiento, luz natural y claroscuro, y Hombre-naturaleza.

En total, la construcción –que sería “una institución dedicada a la conservación, investigación y difusión de las diversas manifestaciones de la sensibilidad barroca”–, incluyó 11 salas –entre ellas Theatrum Mundi, Angelópolis, Sentimiento Barroco, Pintura y escultura, Deleitar y conmover, Letras barrocas, Artificios del oído y Barroco contemporáneo–, además de un taller de restauración, un auditorio, una tienda, un restaurante y un lago artificial que en total ocupan 18 mil 500 metros cuadrados.

OBRA RICA Y POBRE COLECCIÓN

En torno al MIB, a casi 10 años de haberse inaugurado, sigue flotando una pregunta vigente sobre la colección que posee, la obra temporal que recibe y en otros casos, la obra temporal que alquila.

Sobre todo, porque para su apertura, el MIB significó un atentado al patrimonio artístico con repercusiones en el tejido social, principalmente, por el “saqueo oficial” que, para llenar sus inmensas salas se hizo sobre museos como el Museo José Luis Bello y González, San Pedro Museo de Arte, Museo Casa de Alfeñique y la Biblioteca Palafoxiana, que son en sí mismos valiosos, pues están anclados al contexto cultural de la ciudad.

Del Museo José Luis Bello y González, cabe recordar, se hizo una selección de más de 40 obras, una acción que significó un “saqueo” pues éste se hizo cuando el museo estaba cerrado, y sin saber si las piezas de arte irían a parar a algún almacén, a manos de particulares o a las salas de MIB. En un recorrido realizado este fin de semana, se constató que dichas piezas siguen en “préstamo” para la exposición permanente.

Así, de las 2 mil 400 obras que se exhibían de manera permanente en su apertura, que entonces estuvo a cargo de Miguel Ángel Fernánde, solamente unas 60 piezas constituían la llamada Colección MIB, es decir, apenas 2.5 por ciento del total de piezas formaba un acervo propio, mientras que un 70 por ciento de la colección provenía del Museo Franz Mayer de la Ciudad de México. Asimismo, se exponía obra de coleccionistas privados como Rodrigo Rivero Lake, Armando Bejarano y Ángel Trauwitz, exsecretario de Turismo estatal, o de empresas bancarias como BBVA Bancomer.

En junio de 2021, al realizar el entonces gobierno de Miguel Barbosa Huerta una auditoría sobre los 21 museos de Puebla, se informó que al MIB le fueron otorgados por el anterior gobierno un total de 300 millones de pesos para la adquisición de obra, de los cuales se ocupó para tal tarea “un monto mínimo”, pues lo demás se gastó en “dos exposiciones, la restauraciones de piezas de otros países y traslados elevadísimos, acciones que no implicaron beneficio al patrimonio poblano”.

UNA CURADURÍA FLOTANTE

El MIB fue concebido como “una audaz propuesta de un nuevo siglo” según definió el gobierno de Moreno Valle, no obstante para especialistas e investigadores del arte y la cultura fue visto desde su gestación como un capricho, como una “aberración”, como “contradictorio y perjudicial”, como un “concepto populista de entretenimiento cultural de una clase política frívola e ignorante que usa los museos como escenografía de sus presentaciones públicas”.

El MIB, sobre todo, ha sido museo sin definición museográfica ni curatorial pues a lo largo de estos más de nueve años ha tenido una curaduría flotante y dispensada que ha estado a cargo del Organismo Público Descentralizado Museos Puebla, también creado durante el sexenio morenovallista.

En sus salas, han pasado exposiciones que refirieron a La nao de China con pintura, escultura, telares, arte decorativo, biombos y muebles; hasta otras sobre la marca de autos Audi, empresa alemana que instaló una armadora en el municipio poblano San José Chiapa y a la que el gobierno de Rafael Moreno Valle invirtió más de 10 mil millones de pesos.

De igual forma, han pasado exposiciones como Los caprichos de Goya y Ukiyo-E-imágenes del mundo flotante, sin olvidar la muestra Hecho en México. Siglo de oro del arte mexicano: Kahlo, Rivera y Orozco, señalada de exhibir piezas de artistas consolidados que fueron consideradas como falsas. Incluso se han llevado clases masivas de yoga, disciplina que nada tiene que ver con el recinto.

No hay que olvidar, tampoco, cuando en 2019 el MIB tuvo una “reinauguración funcional”, con una exposición, una serie de conferencias y un performance en torno a la lucha libre, o lo sucedido en diciembre de 2022 cuando se puso en marcha el MIB inmersivo, el cual sería “paredes y paredes de un gran edificio que generó una gran deuda”, como señaló el entonces gobernador Miguel Barbosa, quien a causa de su fallecimiento ocurrido el 13 de diciembre ya no pudo inaugurar un “concierto barroco tridimensional, una pieza obsesiva llena de colores y geometrías, y una propuesta sensorial”.

Con el actual gobierno, en el MIB se han recibido proyectos expositivos como Picasso: el erotismo de La Celestina, integrada por una serie de más de 60 grabados poco conocidos del pintor español; y Ocupación, que dio cabida a la obra de cinco artistas poblanos o asentados en Puebla de reconocida trayectoria.

Actualmente, se exponen Desafío Dalí, una exposición inmersiva, sin piezas originales, que es montada por una empresa española y muestra el mundo surrealista creado por el artista español, por la cual se debe de cubrir una cuota extra a la entrada general de 100 pesos que

se pagan de martes a sábado; la cual convive con Homenaje a Manuel Felguérez, el todo y sus variaciones, que reúne más de 80 piezas, como pintura de gran formato, escultura, gráfica y documentos personales del artista mexicano.

Con información de: La Jornada de Oriente

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