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domingo, 13 de octubre de 2024

MLB 2024: Cinco formas en que Mets está impactando al beisbol

 



De la mano de David Stearns, los New York Mets han transformado su rostro en una temporada hasta convertirse en una potencia sostenible


Ésta ha sido una especie de temporada de transición para los New York Mets.

Recuerden los entrenamientos de primavera, si pueden. Los Mets venían de una de las campañas más decepcionantes en la historia de la franquicia, consecuencia directa de haber confeccionado un roster históricamente caro para luego ver cómo todo se desmoronaba a causa de haberlo inflado. Fue como un pingüino torpe y sobrealimentado, pero no tan mono: No hay nada de adorable en un equipo de 375 millones de dólares y 75 victorias.

Justo después de la temporada, los Mets hicieron el movimiento más espectacular de todo el invierno: contrataron al ex genio de operaciones de beisbol de Milwaukee, David Stearns, para enderezar el barco. Aunque la combinación de la eficiencia de Stearns en un mercado pequeño (perfeccionada con los Brewers) y el peso económico de los Mets, propiedad de Steven Cohen, parecía prometedora, siempre iba a haber dolores por el crecimiento.

Para librarse de los excesos del pasado, algunos de los cuales heredó, Stearns tendría que esperar que pasara algo de lo inflado. Mientras supervisaba la renovación de los procesos internos de Nueva York, las cosas tendrían que reducirse. Los Mets pasaron un invierno tranquilo, repleto de firmas a corto plazo y de Ligas Menores. El fracaso estuvo en la búsqueda del as japonés Yoshinobu Yamamoto, pero, por lo demás, la situación estuvo tranquila en Citi Field.

Por ello, al comenzar la temporada, las expectativas eran mucho más moderadas que el año anterior. Dos semanas antes del Día Inaugural, el over/under de victorias de los Mets en ESPN BET era de 80.5, y eso fue antes de que se supiera que el abridor número uno, Kodai Senga, no estaba sano y su futuro era incierto, situación que no cambió mucho en toda la temporada.

Durante los entrenamientos de primavera, más o menos cuando salieron a la luz esas previsiones intermedias para los Mets de 2024, visitamos las instalaciones de entrenamiento de Nueva York en Port Saint Lucie, Florida, y nos sentamos con Stearns para que nos contara cómo sería su versión de los Mets. Por supuesto, Stearns no revelaría mucho, así que buena parte de lo que averiguamos también se basó en cómo había dirigido a los Milwaukee Brewers.

Ahora estamos aquí, casi siete meses después, y los Mets están en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional tras haber superado a los Philadelphia Phillies por 2-1 en la Serie Divisional. Esta edición más esbelta y en transición de la franquicia parece ganar impulso con cada remontada en las últimas entradas y con cada campeón de división eliminado (incluido el ex equipo de Stearns, Milwaukee). Obviamente, aunque los Mets sigan en construcción, el proyecto parece ir viento en popa.

No se trata sólo de buena suerte -o de amuletos de la suerte-, aunque ha habido bastante de eso. Hay muchos ejemplos de cómo los principios que Stearns, el manager Carlos Mendoza y todos los demás pusieron en marcha para hacer del equipo una potencia sostenible están rindiendo sus frutos día a día, en el momento de mayor riesgo del año.

Hagamos un repaso de cinco de estos nuevos pilares de los Mets.

Profundidad, profundidad y más profundidad

Todos estos principios se interpretarán como simplificaciones excesivas, y a esta altura de la historia de la dirigencia del beisbol, casi todos los equipos implementan alguna versión de ellos. Las diferencias radican en el énfasis, la ejecución y la innovación.

Aun así, no era exactamente un punto de interés para los Mets antes de Stearns, ya que solían coleccionar grandes nombres y pagarles mucho dinero. La decadencia quizá se vea mejor ilustrada en la rotación de abridores Max Scherzer-Justin Verlander, con la que todo el mundo estaba comprensiblemente entusiasmado. El exceso se extendió también a otros niveles del roster, donde demasiados problemas se solucionaron inyectando dinero. Al fin y al cabo, así es como se llega a una nómina récord.

Aunque los Mets han estado en modo de adquisición incesante con Stearns, han sacado mucho más jugo de su dinero en 2024. Y donde las adiciones no funcionaron, se trató de jugadores incorporados con acuerdos de Ligas Menores o contratos de un año de Grandes Ligas, por lo que las consecuencias de los contratos inoportunos no tienen ramificaciones a largo plazo.

Dos buenos ejemplos de ello son los veteranos Tyrone Taylor y Jose Iglesias. Taylor llegó de Milwaukee con dos temporadas adicionales bajo control del equipo. Ha sido un cuarto jardinero ideal, con un bWAR de 2.0 y un salario de $2.1 millones esta temporada. No ha bateado mucho en los playoffs, pero es un componente clave de los despliegues defensivos de los Mets en las últimas entradas, desplazándose desde el jardín central cuando Harrison Bader entra a cubrirlo.

Mientras tanto, Iglesias ha sido el veterano que une a todo el grupo y el segunda base habitual. Fue incorporado mediante un acuerdo de Ligas Menores - en todo su tiempo en las Mayores, jugó 42 partidos en la Triple-A hasta que lo necesitaron. Iglesias no estuvo solo. Entre los nombres reconocidos que también pasaron tiempo en Syracuse para los Mets están Jackie Bradley Jr, Trayce Thompson, Ben GamelEddie RosarioMike BrousseauYolmer SánchezJoey LucchesiYacksel RíosShintaro Fujinami y Kyle Crick. No todos estos jugadores fueron necesarios o incluso retenidos, pero cuando los Mets necesitaron cubrir un lugar en el

El enfoque ayudó a los Mets a llegar a septiembre y siguió rindiendo frutos, ya que Iglesias ha brindado estabilidad y contribuciones ofensivas mientras sustituye a Jeff McNeil, quien podría estar listo para regresar para la NLCS.

Iteración constante

Si bien no ha habido mucha acción en la parte superior del roster desde la llegada de Stearns, los otros niveles han visto una evolución constante. La contratación de Stearns se anunció justo después de la temporada 2023, el 2 de octubre. Casualmente, la base de datos de transacciones de la sección Roster Resources de FanGraphs se remonta al 3 de octubre de 2023, o el día después de que Stearns tomara las riendas.

Descargamos esa base de datos e hicimos algunas cuentas. Aunque estas cifras no son oficiales, dan una idea bastante aproximada de lo constantes que han sido los Mets a la hora de renovar posiciones y de no ser demasiado exigentes con las últimas plazas de la lista de 40 jugadores.

Desde que Stearns tomó las riendas:

• Los Mets han firmado a 40 jugadores como agentes libres, muchos de ellos, en Ligas Menores y algunos para evitar el arbitraje. No apuntaron a los agentes libres de élite. El único contrato de más de una temporada fue el de dos años de Sean Manaea. Pero Manaea puede optar por retirarse (y se espera que lo haga) después de su magnífica campaña. Sólo dos equipos (Los Angeles Dodgers y los Atlanta Braves) tienen más movimientos en esta categoría.

• Los Mets incorporaron a 13 jugadores de waivers, sólo superados por los Miami Marlins. Entre otros, el relevista Max Kranick, quien ha pasado tiempo en la lista activa de los Mets durante los playoffs.

• Los Mets han sacado jugadores del roster de 40 hombres 34 veces (DFA), empatados en segundo lugar detrás de Miami. Esta herramienta es la máxima expresión de la iteración al final del roster. Se retira a un jugador que podría o no tener un rol a largo plazo en la organización, o se firma a alguien que otro equipo ha dejado libre. Se trata de trabajos temporales glorificados, y cuando utilizas a estos jugadores, también estás dispuesto a perderlos porque no tienen opciones disponibles y puede que se necesite su lugar en la lista. Los jugadores que terminan en el carrusel de DFA pueden aceptar una asignación directa si nadie los reclama. Efectivamente, los Mets han asignado jugadores 11 veces bajo el mando de Stearns, la tercera mayor cantidad en las Mayores detrás de Oakland y Colorado.

Te acaba mareando. El relevista Michael Tonkin se incorporó al equipo, pero lo colocaron para asignación cuatro veces durante la temporada, dos de ellas por los Mets, que también lo incorporaron procedente de los Twins, sólo para asignarlo de nuevo. Terminó en los Yankees. El veterano Julio Teheran firmó con los Mets, abrió una vez sin éxito, lo colocaron para asignación, eligió la agencia libre y siguió su camino.

• Con Stearns, los Mets han adquirido 16 jugadores vía intercambio, lo que les sitúa en el puesto número 11 del ranking. Ninguno de estos acuerdos involucró a estrellas, ya sea de entrada o de salida. Pero el impacto en el roster de la postemporada ha sido enorme, con Huascar Brazoban, Jesse WinkerRyne StanekPhil MatonLuis Torrens y Taylor en la lista activa durante los playoffs.

Dicho lo anterior, la base de datos tiene 299 entradas para los Mets. Sólo cuatro equipos tienen más, los Marlins (con el frenético jefe de operaciones en su primer año, Peter Bendix), los Dodgers (los maestros de la iteración desde que Andrew Friedman se hizo cargo), los San Francisco Giants (el ex gerente general, Farhan Zaidi, haciendo su mejor imitación del Dodgers Way) y los Chicago White Sox (la maníaca reorganización de Chris Getz de las sillas en el Titanic del beisbol).

La iteración es una herramienta poderosa en la gestión del roster y va de la mano con el factor de profundidad mencionado anteriormente.

Una infusión de juventud

En Port St. Lucie en marzo, Mark VientosBrett Baty estaban trabajando juntos en un ejercicio defensivo. Vientos parecía un poco... mecánico, por decirlo diplomáticamente, mientras que Baty parecía seguro y fluido en sus movimientos. Ambos prometían en el plato, pero tenían mucho por mejorar. Un poco más tarde, después del ejercicio de fildeo, Stearns habló sobre la importancia de asegurarse de que sus prospectos tuvieran vías para probarse a sí mismos en las Grandes Ligas, una vez que hayan demostrado que están listos. De lo contrario, cualquier mensaje sobre el desarrollo de tus jugadores jóvenes quedará en nada.

En aquel momento, Baty parecía ser el tercera base titular. Mientras tanto, parecía probable que Vientos fuera una parte importante del mix como Bateador Designado, dada la considerable promesa que había mostrado como cañonero de poder. Su defensa necesitaba trabajo, y su porcentaje de embasamiento de .253 en 2023, en 233 apariciones en el plato, sugería un enfoque aún inmaduro en el plato. Un par de días después de dejar el campamento de los Mets, New York fichó a J.D. Martinez. Fue un contrato de un año (por supuesto), pero el movimiento prácticamente selló la asignación de Vientos como titular en Triple-A.

Bueno, los Mets tuvieron un comienzo lento como equipo, pero nadie más que Baty. A finales de mayo, Baty dejó de ser el tercera base titular y se fue a Syracuse, llevándose consigo un porcentaje total del embasamiento y porcentaje de slugging de .633. Para entonces, Vientos había regresado a las Grandes Ligas y ya había empezado a suplantar a Baty.

Los Mets podrían haber optado por un veterano estable para mantener la fortaleza en la tercera base, sobre todo, porque su marca de 24-33 a finales de mayo sugería una cierta urgencia. En cambio, Vientos recibió la llamada, empezó a batear y no paró.

En lo que va de la postemporada, Vientos lidera entre todos los jugadores en cuanto probabilidad de victoria añadida. En el terreno, fue por lo menos seguro durante la temporada, con métricas de alcance que fueron mixtas pero lo suficientemente buenas considerando su producción en el plato. En el Juego 3 contra los Phillies, vimos a Vientos adentrarse en territorio de foul después de enganchar un roletazo y lanzar a un corredor al otro lado del diamante, una jugada que fue al menos un decente homenaje a Brooks Robinson.

¿Y Baty? Hay que evaluarlo nuevamente el año que viene. Tuvo una temporada mediocre en el plato en las Ligas Menores mientras aprendía a jugar en la segunda base. Sólo tiene 24 años.

Tomando ventaja de los jugadores de segunda oportunidad

Puedes llamarlos candidatos de rebote, aunque a veces estos jugadores no tienen ningún éxito previo en las Grandes Ligas al que puedan aspirar. Pero sabes de lo que estamos hablando: arriesgarse con un jugador veterano, que ya se ha desarrollado en las Ligas Menores pero que tiene dificultades en las Grandes Ligas, y ver si se puede desbloquear alguna producción anterior o aún por descubrir.

Los equipos más sostenibles, los Brewers, los Cleveland Guardians, los Dodgers, los Tampa Bay Rays y los Houston Astros, entre ellos, siempre cuentan con veteranos rejuvenecidos como éste. (Stearns trabajó con tres de esos equipos.) Los Mets podrían haberlo llevado a otro nivel y entran en los playoffs con una buena rotación uno-dos que queda en esta categoría.

Luis Severino terminó entre los 10 primeros en la votación al premio Cy Young de la Liga Americana dos años seguidos con los Yankees antes de que su carrera se complicara debido a una combinación de lesiones e ineficacia. Los Mets lo firmaron por un año y 13 millones de dólares, consiguiendo un veterano con el potencial de un antiguo as y mucho que demostrar. Severino respondió con la mayor cantidad de entradas, victorias y ponches desde su apogeo en los Yankees. Su ERA de 101+ no fue de nivel estelar, pero la consistencia y durabilidad que proporcionó fueron cruciales.

Los Mets son el cuarto equipo en cuatro temporadas para Manaea, cuya ERA+ combinada para los Padres (2022) y los Giants (2023) fue de 83. Todo lo que ha hecho para los Mets es lanzar una marca récord de carrera de 181.2 entradas con un promedio de efectividad de 114. Ha sido uno de los mejores lanzadores para cualquier equipo este octubre, al menos, los de la clase por fuera de Tarik Skubal.

Estas mejoras no son casualidad, y los Mets esperan hacer esta clase de cosas cada año tras construir un nuevo laboratorio de lanzamientos en Florida.

Severino introdujo un sweeper a su arsenal esta temporada, y ha sido su lanzamiento más efectivo. Manaea ha cambiado la mezcla de sus lanzamientos, pero lo más importante es que ha cambiado su posición sobre la goma y ha adoptado un movimiento de cuerpo cruzado. Los resultados hablan por sí mismos. Ahora estamos en octubre, y los dos mejores abridores de los Mets están en la categoría de segunda oportunidad. Fueron fichajes de bajo riesgo, pero hubiese sido justificado llamarlos también selecciones con pocas ventajas. Con los Mets, Severino y Manaea no han aportado nada más que ventajas.

Paciencia

Como todos los equipos, los Mets elaboran pronósticos para su propio equipo y para el conjunto de la liga. Estas previsiones dan a Stearns una base coherente de expectativas sobre lo que su equipo puede ser y cuál es su verdadero nivel de talento en un momento dado. Pero, lo más importante, es que Stearns sabe que la discrepancia es normal incluso en las mejores predicciones. En igualdad de condiciones, un equipo encontrará su verdadero nivel en algún momento. Esto no siempre sucede tan rápido como uno quiere o incluso cuando uno lo necesita, dado el rígido calendario que tiene el beisbol para tomar decisiones sobre intercambios.

Los Mets podrían haber entrado en pánico cuando estuvieron por debajo de .500 durante más de dos meses. New York quedó 24-35 el 2 de junio y por debajo de .500 hasta el 8 de julio. Los Mets podrían haber limpiado el roster. Podrían haber hecho un intercambio desesperado. Pero se mantuvieron fieles a su plan, haciendo un micro-movimiento tras otra, incluso, cuando el reloj avanzaba incesantemente antes de la fecha límite. No entraron en pánico y tenían razones cuantificables para no hacerlo.

¿Cómo hubiese sido la situación de pánico? Hubiese sido como vender al futuro agente libre, Pete Alonso. Bates tan potentes como el suyo son muy difíciles de adquirir durante la temporada, y muchos equipos hubiesen estado encantados de tener una oportunidad con el 'Oso Polar'. En cambio, a pesar de una temporada con altibajos, siguió siendo constante en el lineup de Mendoza. Su jonrón de tres carreras en el decisivo partido de Comodín contra los Brewers no sólo salvó la temporada de los Mets, sino que fue el mayor batazo de su carrera.

Por supuesto, Alonso seguirá siendo un agente libre. Otro movimiento de pánico podría haber sido cerrar una extensión costosa con Alonso, con la esperanza de que la firma de un jugador querido calmaría a una base de fanáticos inquieta. Los Mets tampoco lo hicieron. Ahora, cuando termine esta temporada, Alonso encontrará su valor, y si vuelve o no a New York es algo difícil de decir en este momento.

Desde el punto de vista del equipo, si Alonso se queda o no será cuestión de tomar una decisión clara, no una decisión por pánico o para complacer a los aficionados o a los medios de comunicación. Por ahora, los Mets se alegran de haber sido pacientes.

En ninguno de estos cinco pilares se ha puntualizado algún movimiento llamativo. Los Mets han sido manejados precisamente como sugerimos que serían dirigidos por Stearns, con el énfasis puesto en la razón, no en el alboroto. La ironía es que, al actuar de esta manera, los Mets han creado un gran revuelo precisamente en el momento del año en que uno quiere que los aficionados estén entusiasmados con una franquicia.

Esto sucedió en lo que podría decirse que ha sido una temporada de transición, que no sólo ha colocado a los Mets en posición de poner fin a la sequía de la franquicia en las Series Mundiales, sino que los prepara para hacerlo de nuevo el año que viene, y el siguiente, y así sucesivamente.

La sostenibilidad es una palabra rebuscada en el deporte hoy en día, que se utiliza sin mucha reflexión ni claridad. En el caso de los Mets, esto es lo que tenían en mente cuando la sostenibilidad se convirtió en su mantra. Y está resultando mucho más atractiva de lo que parece.

Con información de: ESPN

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