miércoles, 17 de diciembre de 2025

Paracaidistas apoyarán en la seguridad de la Copa Mundial de Futbol 2026

 

El grupo de élite se prepara en un simulador de vuelo vertical, un túnel de viento de última generación, en la base de Santa Lucía. Foto Germán Canseco

Santa Lucía, Méx. La Brigada de Fusileros Paracaidistas (BFP) de la Secretaría de la Defensa Nacional apoyará en la seguridad durante la Copa del Mundo 2026, en la que México es una de las tres sedes de la justa deportiva.

Integrantes de este cuerpo de élite, quienes reservaron su nombre por seguridad, señalaron que, como otras instituciones que integran el gabinete, se preparan para resguardar lugares con aglomeraciones, realizar traslados médicos vía aérea en caso de emergencias, garantizar el bienestar de visitantes nacionales y extranjeros, así como prevenir actos ilícitos.

“El paracaidista debe tener varias cualidades, entre las más importantes: valor, determinación, decisión, control de emociones y una excelente condición física.”

La BFP del Ejercito, que el próximo año celebra su 80 aniversario, participa lo mismo en acciones de protección civil en zonas de desastre que en operaciones de rescate de rehenes o combate urbano a grupos criminales. Aquí se adiestra a personal del Ejército, Fuerza Aérea Mexicana y Guardia Nacional en diversas actividades: paracaidismo militar, cursos de combate urbano e intervención.

“La principal función y misión de esta unidad es arribar a las aéreas de conflicto de manera rápida y oportuna en aeronaves de la Fuerza Aérea y a través de paracaídas para brindarle auxilio a la población en casos de desastre y en el acotamiento de las bandas delincuenciales”, señaló Román Jacinto González, comandante de la BFP.

Explicó que dicha brigada ofrece a sus elementos el curso combatiente paracaidistas que dura ocho semanas. “Esta gran unidad cuenta con 2 mil 400 efectivos, de ellos 119 son mujeres, la mayoría son fusileras”.

La base principal de la BFP se encuentra en el campo militar 37-D, junto a la base aérea número uno, en Santa Lucía. Ayer se realizaron varias prácticas en este lugar, entre ellas, la simulación de un salto en paracaídas desde una aeronave, la liberación de una persona privada de la libertad, el entrenamiento de reacción a una emboscada de ve-hículos en movimiento, salto de fosa de tres metros y el uso de botes en acciones ribereñas.

Sin embargo, la novedad fue el simulador de vuelo vertical, un túnel de viento de última generación. Esta herramienta perfecciona el proceso de enseñanza-aprendizaje de los cursos de infiltración. Pero no sólo eso, permite desarrollar las habilidades de vuelo en caída libre y hasta la activación de paracaídas con mayor seguridad, rapidez y precisión.

Por su parte, la Guardia Nacional llevó a cabo una demostración de rescate de rehenes, personas privadas o en situación de riesgo, en el cual los uniformados llegaron a un prototipo de vivienda donde una mujer se encontraba vendada de los ojos.

Con información de: La Jornada


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