lunes, 6 de octubre de 2025

El arte de empezar

De levantarse temprano a gobernar: lo difícil siempre es empezar

Por: Horacio Cano

La semana pasada platicamos de la constancia. Dice un santo de lo ordinario que empezar es de muchos, pero perseverar es de santos. Y para perseverar, no hay otra más que empezar. Para poder ser constante, primero hay que iniciar, y eso no siempre es fácil.

Pensemos en algo tan simple como la vida diaria: despertar y dejar la cama. En estos días en que el calor se ha ido y empieza a sentirse el frío, cuesta más trabajo.

En el gobierno pasa igual, especialmente en los municipales. Iniciar cada tres o seis años resulta complicado. Los comienzos de las administraciones siempre son retadores. Ya lo hemos comentado: las campañas generan grandes expectativas, y cuando la ciudadanía ve llegar una nueva administración, quiere resultados inmediatos. Pero transformar una realidad no sucede de la noche a la mañana; es fruto de un proceso que lleva tiempo.

Al iniciar una administración municipal —como cuando uno se levanta— hay que superar muchos obstáculos. Algunos son internos, pero también están las circunstancias externas, que a veces cambian sin previo aviso, como el clima mismo. En Puebla, los gobiernos municipales inician en octubre, lo que significa que los presidentes entrantes reciben un ejercicio fiscal ya en curso, diseñado por la administración anterior. Aun así, deben ejercerlo responsablemente y, junto con su cabildo, hacer los ajustes necesarios para cerrar bien el año.

Legalmente, los primeros informes municipales en Puebla deben realizarse durante los primeros quince días de octubre, y justo en esos días estamos. Al analizarlos, conviene recordar que este es el primer año, que además coincidió con el arranque de las administraciones estatal y federal. Si los inicios de por sí son difíciles, imaginemos lo que implica cuando tres niveles de gobierno comienzan al mismo tiempo.

Los opositores que alguna vez fueron gobierno deberían recordar su primer año cuando lo fueron; y los que nunca han sido, quizá tendrían que replantear su discurso, pues al hacer críticas con mucho hígado y poco cerebro, denotan su poca comprensión de lo que significa gobernar. Como siempre digo: no es lo mismo ser borracho que ser cantinero.

Apunte al aire

Como ya hemos advertido, estamos en temporada de informes. En estos días se están realizando los primeros; el sábado pasado asistí al de Tlahuapan, encabezado por Rosiceli Díaz Hernández.

A los puristas —entre los que me incluyo—, puede sorprendernos que alguien se atreva a salirse del formato. Pero a mis correligionarios puristas les digo: quizá a veces hay que salirse del guion.

El informe, si bien se entrega al cabildo, debe dirigirse al pueblo. En política, el sujeto titular del derecho a estar informado es la ciudadanía. Los discursos acartonados llenos de mensajes políticos pueden gustar y permitir análisis, sí, pero también hay espacio para lo distinto.

Lo que se hizo en Tlahuapan fue un ejercicio diferente: ameno, directo, sin rigidez, y por eso mismo digno de análisis.

Enhorabuena para los Tlahuapenses.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas populares