Por: Javier Carrasco
¿Qué habrán hecho algunos pobres sures para merecer ciertos nortes?
Quino (Mafalda)
Cada vez más y con frecuencia, vuelvo a definir el concepto anclado al significado de “verdad” ¿Qué es la verdad sino la narrativa construida desde el poder?, pregunta que desde mi intento de ingresar a la filosofía con tendencia a la dialéctica se ha hecho con frecuencia en el tejer de los años, siendo observador de las modificaciones de equilibrio de poder que nos involucran en nuevos modelos de vida, así, sin que ningún hecho sea aislado de otro, por lo que, en política nada es casualidad, todo producto histórico es referente a sus antecesores y a las dinámicas sociales enmarcadas por sus ornamentos estéticos y morales, característicos de cada época y con ello se determinan en conjunto, la fuerza de poder ejercido de un grupo sobre otro grupo.
La fisiología histórica moderna se centró en la espacialidad absoluta del mercado en condiciones tendientes al capitalismo. En occidente, la marginalidad de pensamientos alternativos a la esfera capitalista era fácilmente combatida por todos los elementos del poder y para muestra el insaciable gasto que Estados Unidos emprendió contra la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), que más allá de las condiciones y afinidades políticas, es marcada la propaganda en contra del país socialista, desde panfletos, noticieros, filmes cinematográficos, en fin, toda una narrativa dispuesta para generar criterios de moralidad y reducir los conceptos de ambigüedades maniqueístas sin trastocar los fondos de la inmensidad política que representa. Este efecto social se siguió reproduciendo en la época de la hegemonía absoluta norte americana, usando los medios informativos, militares oficiales y no oficiales para intervenir en los países cuya idea política no encajaba en su modelo de pensamiento, pero que sobre todo se acentúa con mayor violencia sobre los países que no convienen así a los interés económicos del capital; durante mucho tiempo se ha realizado una intervención financiada a través de la CIA, discurso que durante años fue catalogado de trasnochado y paranoico hasta que la historia lo reafirmó, el actuar del USAID al ser desmantelado por la administración de Trump, salió a relucir el gasto excesivo en apoyos humanitarios, sin embargo se descubrió que fue un aparato de financiamiento para crear conflictos y desestabilizar países, cuyo método de operación fue visible en la desestabilización de Georgia y de Venezuela, este último es el tercer país con montos más altos de financiación por el USAID con destino a cuentas bancarias de ONGs, la pregunta aquí sería después de observar la narrativa impuesta por medios de comunicación alineados al sistema ¿Quiénes fueron los beneficiarios de estos apoyos en México? ¿Qué organizaciones fueron los salvoconductos y cuanto fue el monto a cada una?
Como comentario final, expongo que a mi nivel de creencia, la política de Donald Trump al poner en descubierta la revelación histórica de guerra y post guerra fría no va con la intensión de acabar con el intervencionismo, sino va dedicado al destierro cupular de la clase política capitalista tradicional para ser suplida por quienes ostentan la vanguardia del capital que se opone a ser superado por las tendencias socialistas vinientes.
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