lunes, 29 de septiembre de 2025

Constancia: la clave del éxito



 -La gota de agua perfora la roca, no por su fuerza, sino por su constancia. Ovidio

Por: Horacio Cano

La semana pasada recordaba un concepto atribuido al expresidente Miguel de la Madrid: la política es el arte de las tres C: confianza, constancia y circunstancia. Hoy quiero detenerme en la segunda: la constancia.

La constancia es ese ingrediente que marca la diferencia entre quedarse en el camino o trascender. Es, en sí misma, una virtud tan importante que, sin ella, las demás no podrían existir. ¿Cómo podrían hacerlo, si para desarrollar una virtud es necesario repetir actos buenos que generen hábitos y, a la larga, virtudes? Por ejemplo, mi favorita: la justicia, esa expresión mínima de la caridad, como la definía Paulo VI. Si la voluntad de darle a cada uno lo suyo no es constante, no es justicia. No lo digo yo, lo dijo mi compadre Ulpiano hace muchos años.

Si analizamos a la gente que tiene éxito, la virtud predominante es la constancia. Un ejemplo que a muchos les hará ruido: Bad Bunny. Hace apenas unos años abría la Feria de Puebla y hoy está anunciado como la estrella en el medio tiempo del Super Bowl LX. Nos podrá gustar o no, pero ahí está: constancia pura. Lo contrario le pasó a Cristian Castro: gran voz, enorme talento, pero la falta de disciplina lo dejó lejos de donde pudo haber llegado y a donde otros sí llegaron (cof, cof, Luis Miguel).

En la política pasa igual. Andrés Manuel López Obrador fue candidato presidencial tres veces. Si se hubiera rendido al primer intento, la historia política de México sería distinta. Podremos o no estar de acuerdo con sus formas o con las iniciativas que impulsó durante su gobierno, pero ¿alguien duda de que es un hombre constante?

Otro caso muy actual es el de nuestro gobernador Alejandro Armenta. Antes de convertirse en gobernador recorrió el estado una y otra vez. Y no fue un “tour” de fotografía. Visitó mercados, juntas auxiliares, colonias populares… muchos poblanos tenemos la anécdota de haberlo saludado cuando todavía no ocupaba la oficina más importante del estado. Esto no lo hizo uno o dos años antes de ser gobernador: lo ha hecho durante toda su carrera política. Eso es constancia: caminar, escuchar y volver a escuchar. Hoy, desde el gobierno, sigue mostrando esa misma disciplina.

¿Ustedes conocen otros casos? Sin duda, la constancia es la clave del éxito.



Apunte al aire

La constancia también es una virtud fundamental en las organizaciones de la sociedad civil, especialmente en aquellas que llevan años luchando por un Atoyac limpio. No es una causa de moda; es un esfuerzo de décadas. Por eso, cuando ayer vimos al gobernador, junto con autoridades federales, estatales y municipales, anunciar inversiones para rescatar nuestro río, más de uno sintió que la esperanza comienza a volverse realidad.

¿Por qué nos hemos acostumbrado a que el Atoyac huela mal? Y lo grave es que no es solo el olor. Se trata de salud, de medio ambiente y de calidad de vida. La constancia de quienes no han soltado esa bandera merece reconocimiento. Y la constancia del gobierno en escucharlos y comenzar a materializar soluciones, también.

Hacemos votos para que el proyecto sea ejecutado por personas capaces, y que honren la constancia del jefe del Ejecutivo al llevar a buen puerto los asuntos que nos interesan a todos.

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