México necesita oposición real, no una tristísima caricatura
Por: Horacio Cano
Hace unos meses escribí sobre la triste oposición que tenemos en nuestro país, y hoy veo que ya no solamente es triste: es tristísima. Lo decía, lo digo y lo diré: México necesita una verdadera oposición. ¿Por qué? Porque siempre es necesario un contrapeso, pero uno real, no la tristísima oposición que hoy tenemos.
Tristísima la oposición: tibia, sin agenda, reaccionaria, desorganizada, fragmentada… y así podría seguir con los calificativos. No estoy denostando, estoy describiendo. Para muestra, un botón: ayer el presidente del PRI en el Estado y actual senador de primera minoría por Puebla —que por acuerdo de la alianza fue postulado por ese partido— renunció no solamente a la posibilidad de buscar de nuevo la dirigencia que ocupó por dos periodos, sino también a su militancia.
Tristísima, en lo local y en lo nacional: no hay brújula. Cuando tu mayor argumento es que Jesús Ernesto López estudiaría en la Universidad Complutense de Madrid, y la semana pasada se le ve en un evento en la Universidad Intercontinental al sur de la Ciudad de México. Así de endeble es la oposición y sus argumentos: se cae la novela del hijo del ex presidente estudiando en Madrid.
Tristísimo que recurran a usar el discurso de su verdugo. Frente a la disminución de los índices de pobreza que expone el INEGI, Enrique de la Madrid responde que “tiene otros datos”. A diferencia de ya saben quién, los explica de una forma tan complicada que no logra conectar con la gente. Los datos del INEGI están ahí; los “otros datos” no se entienden y ni siquiera encontraron eco en la propia oposición. ¿Por qué? Porque no hay brújula.
Tristísima la forma en que hoy observan a los funcionarios: los critican por actos de corrupción o incluso por salir de vacaciones con su familia, pero en su momento no atendieron las quejas ciudadanas por desfalcos millonarios comprobados ante autoridades fiscalizadoras. Lo que está mal no es hacer un viaje: lo que verdaderamente está mal es hacerlo con dinero del pueblo. Y para comprobar eso aún falta mucho. Hoy, a pesar de no estar libres de pecado, lanzan la primera piedra, la segunda y hasta la tercera. Y lo hacen sin dirección, con poca puntería y sin intención de exponer lo que de verdad está mal.
Tristísima es la oposición cuando sus argumentos parecen más propios de una revista del corazón que de un análisis hecho con contundencia. Parece que los actores que se dicen contrarios al gobierno solo quieren distraernos de lo verdaderamente importante. Que si algún diputado fue con su novia —también diputada— a un evento y… ¡esperen, hay video! Así, al nivel al que se ha rebajado el debate público en nuestro país.
México no merece una oposición tristísima, merece una oposición seria que le recuerde que la democracia no se reduce a un solo proyecto político. Como extrañamos cuando “ya saben quien” estaba en la oposición… ¿a poco no?
Apunte al aire
Los destapes rumbo a la elección intermedia de 2027 me parecen adelantados. No lo digo yo, lo dijo la presidenta Claudia Sheinbaum. Pero ya que estamos en ello, y claramente hay actores políticos en muchos municipios que se están adelantando, hago cuatro preguntas:
1. ¿Han visto a algún actor de la oposición en estas listas de “pre-pre candidatos”? ¿TRISTISIMO NO?
2. ¿Es una salida en falso? ¿Ya siempre será así o existe algún otro síntoma en el entorno político que lo explique?
3. ¿Los que asomaron la cabeza hoy son los que realmente serán? ¿Falta alguien en la foto?
4. ¿A quién conviene y a quién no que se esté hablando de esto?
Quizá las respuestas no estén en los discursos ni en los comunicados, sino en lo que se comenta en las sobremesas y en los cafés de propios y extraños en nuestras ciudades. Ahí es donde a veces se entiende más de lo que en apariencia está ocurriendo. Hasta entonces.
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