Por: José Antonio de la Vega Moreno
Todos los presidentes o presidentas municipales trae en su equipo o ajeno a este, personas que se le incrustan como piedra en el zapato, desestabiliza su gobierno y lo hace perder el control de la administración.
En ocasiones, habrá que decirlo, son ellos mismos los que se ponen el pie, ejemplos varios.
Comencemos.
En los últimos días, el caso más sonado de alcaldes en el ojo del huracán, es el de Cuyuaco, Iván Camacho.
Este alcalde demostró su otro yo ostentando el poder.
La soberbia, prepotencia, abuso de poder e intimidación, es lo suyo.
Lo que lo lleva a estar vigilado en su forma de actuar, pero de manera definitiva su forma de gobernar, ya que si eso hace en público, qué no hará en privado.
Otro episodio muy sonado a nueve meses de la administración , es el que protagonizan tanto la presidenta municipal de San Pedro Cholula, Tonantzin Fernández y su síndico, Iván Cuautle.
Su enfrentamiento interno de la administración, trae sin duda la ingobernabilidad del municipio.
Ambos se acusan mutuamente de solapar a la delincuencia en zonas como mercados y giros negros.
En Huejotzingo, Roberto Solís, su piedra en el zapato, es la ex presidenta municipal de ese municipio y actual diputada local, Angélica Alvarado Juárez.
Ambos no traen química desde campaña. La definición política que se inclinara para Solís a Alvarado Juárez, nunca le gustó.
En la actualidad traen un enfrentamiento por el mercado de las flores. Una por haber dado licencia en su instalación y otro por borrar lo heredado por su antecesora.
Lo cierto, es que el tema Solís y Alvarado se tornará cada vez intenso.
Mientras que en San Martín Texmelucan, para su presidente municipal, Juan Manuel Alonso Ramírez, también tiene su piedra en la administración.
Su nombre, Juan Carlos Salas Flores. Funcionario que no ha caído bien en la administración texmeluquense.
Pelea, se aleja de la responsabilidad, confronta y se olvida del diálogo, que es su función principal.
En el pecado ha llevado la penitencia Juan Manuel Alonso, pues ha perdido la estabilidad política interna del tercer municipio más importante de Puebla.
Estos personajes y muchos más, se han convertido en la piedra en los zapatos de los alcaldes y alcaldesas de algunos municipios.
Lo que se les dificulta gobernar.
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