En medio de reclamos por la mala atención médica, escasez de medicamentos, precarias pensiones y tiempos de espera de hasta nueve años para obtenerlas, así como demanda de basificaciones y equipos actualizados para trabajar, transcurrió el desfile del Día del Trabajo, en el cual participaron más de 50 mil integrantes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), del Sindicato Estatal de Trabajadores de la Educación (SETEP), de la Federación de Trabajadores de Puebla (FTP-CTM) y del Sindicato del ISSSTEP.
Alrededor de las 8:30 horas comenzó la marcha por el Bulevar 5 de Mayo, desde el parque Juárez, encabezada por el gobernador Alejandro Armenta Mier, el líder de la CTM, Leobardo Soto; así como por Alfredo Gómez Palacios y José Luis González Morales, dirigentes de las secciones 51 y 23 del SNTE, respectivamente.
A la altura de Analco fue instalado un templete desde donde el mandatario y los secretarios generales observaron el paso de los trabajadores. El titular del Poder Ejecutivo permaneció cuatro horas en ese lugar; en la quinta y última lo reemplazó el secretario de Gobernación, Samuel Aguilar Pala.
La CTM fue la organización que mostró más “musculo”, ya que participaron 20 mil de sus agremiados de la industria harinera, del gas, alimentos, químicos, automotriz y de transporte, así como músicos y globeros. Al igual que el año pasado, sus contingentes fueron los primeros en pasar.
Debido a que todavía no prosperan sus demandas, prácticamente todos los cetemistas volvieron a portar pancartas, varias de ellas con la imagen de Leobardo Soto, exigiendo la disminución del ISR al salario y prestaciones, aguinaldo de 30 días y jornada laboral de 40 horas.
Durante casi dos horas, desfilaron en taxis, camiones de carga o en plataformas de estos últimos, como el caso de integrantes del Sindicato de Músicos que al ritmo de cumbia hicieron acto de presencia, mientras que otros de sus compañeros portaban una manta en la que exigieron al gobierno apoyar la cultura musical para que participen en presentaciones legales y así generar empleos.
Por su parte, la agrupación de Trabajadores de Palenques de Puebla y Tlaxcala se inconformaron porque en este año perdieron 600 empleos por la prohibición de las peleas de gallos en el palenque de la feria poblana.
Los transportistas, sobre todo de materiales de construcción, demandaron mayor seguridad. Solo el Sindicato de la Industria Alimenticia exigió medicamentos y atención hospitalaria digna en el Instituto Mexicano del Seguro Social.
SNTE, SIN PORRAS PARA ARMENTA
32 mil maestros, todos uniformados con los característicos colores blanco y naranja del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), de manera unánime mostraron su hartazgo por el servicio que están recibiendo en el ISSSTEP e ISSSTE, en donde la constante es la falta de medicamentos, de médicos y de citas para estudios especializados.
Los 17 mil docentes y administrativos de la sección 51 se lanzaron con todo contra el ISSSTEP y exigieron que se revisen las finanzas del instituto, ya que por los desfalcos cometidos años atrás, ahora tienen que esperar hasta nueve años para poder jubilarse y pensionarse.
Por esa inconformidad, esta vez no hubo porras para el gobernador, cuando alguien quiso lanzar una, sus compañeros lo pararon en seco gritándole “vendido”.
La delegación D-II-71 de Teziutlán portó quizá la lona más grande de todas las del magisterio, en rojo y amarillo para hacerse notar más. Cuando el grupo pasó frente al templete, la mostraron de frente al titular del Poder Ejecutivo.
“Señor gobernador, basta de solapar malos manejos del dinero en el ISSSTEP, no hay medicamentos suficientes. No hay dinero para la jubilación de los maestros. Demandamos una auditoría”, fue el mensaje que pudo leer el mandatario estatal, cuya respuesta solo fue levantar el puño izquierdo en señal de lucha y después el pulgar como símbolo de aprobación al reclamo; a otros más simplemente les hacía corazones con ambas manos.
Metros atrás, otros docentes exclamaban “¡Maestro, protesta. Qué Armenta no nos mienta”.
Por su parte, los 15 mil agremiados a la sección 23 también demandaron abasto de medicamentos en clínicas y hospitales del ISSSTE.
De igual forma, exigieron echar abajo la reforma de 2007 de la Ley del ISSSTE y que las jubilaciones sean por años de servicio: de 28 para mujeres y 30 para hombres, y sustituir cuentas individuales por un sistema solidario de pensiones.
Otras peticiones fueron homologación, recategorización y compactación en educación media superior y superior, y la eliminación de la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros(USICAMM).
Los trabajadores de ambas secciones aprovecharon para pedir la aprobación de la Ley Tere, que busca proteger de agresiones físicas y verbales a docentes.
A diferencia de desfiles de antaño, ya no hubo peleas entre organizaciones magisteriales. El Sindicato Estatal de Trabajadores de la Educación (SETEP), participó con un contingente de 350 integrantes, mismo que incluso se intercaló con los del SNTE, sin que hubiera molestia de alguna de las partes.
Lo que llamó la atención de este organismo gremial es que no lanzó exigencias y, por el contrario, mostró una manta en la que se autodenominó “aliado del gobernador”.
El SUTISSSTEP también participó, pero sus 300 integrantes no gritaron alguna consigna; sus lonas solamente expresaban “señor gobernador, solicitamos apoyo para tener un tribunal competente.
Llamó la atención que un solitario hombre, en casi todo el desfile, exhibió una lona a favor de la desprivatización del agua, minas y telecomunicaciones, y volantes de un candidato a magistrado de circuito fueron repartidos a los asistentes.
Con información de: La Jornada de Oriente
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